Se inauguro el pasado 4 de diciembre en la Sede del Cdf (Centro de Fotografia de Montevideo) la exposición «Dialogo Oriental» del fotógrafo Roberto Fernández Ibáñez, la misma permanecerá abierta hasta el 4 de marzo del 2017.
Esta exposición reúne más de cien obras de ocho series fotográficas de Roberto Fernández Ibáñez, fotógrafo de reconocida trayectoria que se destaca por su intensa curiosidad alquímica y su inquietud filosófica, características singulares que lo han conducido por los albores de la fotografía y su historia. Con el objetivo de presentar un corte transversal de la obra de un autor uruguayo representativo de su trayectoria, esta muestra inaugura una nueva categoría expositiva titulada Diálogo oriental.
Reflexionando en torno a los distintos trabajos de Fernández Ibáñez desde 1990 hasta la actualidad, percibimos la recurrencia al tema de los orígenes a través de su diálogo con la materia fotográfica:
¿Dónde reside el origen del impulso artístico? ¿Quién o qué genera el gesto comunicativo primordial? ¿Cuál es la relación entre la huella fotográfica y la huella ancestral?
Vinculada con los orígenes de su propia percepción, el autor recrea en la serie Ojos de topo (1992) su modo de ver distorsionado por la miopía.
En las Crónicas de los caminantes (2016) investiga la construcción identitaria de los antepasados aborígenes, mientras que en la serie Antes del comienzo (2007) explora el diálogo directo entre el fotógrafo y el artificio de captura. Interviniendo el ventanal de la sala, la secuencia titulada El otro (1999) fue fruto de la meditación zen y el ejercicio de la vivencia en el presente. En Otra alquimia (2009), pasamos a la inmersión en el entre-campo de la fotografía cuando se descubre, desde siempre, un híbrido de arte y ciencia. El protagonista de Hombre que se pregunta (2001) explora aquellos cuestionamientos elementales que siguen resonando en la vida adulta. Los hielos primigenios se presentan cambiantes bajo los índices de derretimiento de las capas polares en Melting Point (2016), donde el autor “esculpe” físicamente la imagen con reacciones químicas, mientras que un eventual origen del arte se representa desde la “caverna roja” del laboratorio con una de sus series más recientes, La mano (2016), que alude a la huella primordial, aquí huella fotográfica.
De producción artesanal con tratamiento singular en el proceso de cada pieza, la obra de Roberto desafía la esencia reproducible que define a la fotografía en tanto medio tecnográfico, a la vez que se afirma y reconoce como un objeto de la más pura foto-grafía.
Por mas informacion : Sede CdF, Av. 18 de Julio 885 / Tel: +(598 2) 1950 7960 .
Lunes a viernes de 10 a 19.30 h / Sábados de 9.30 a 14.30 h .
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