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La PIEDRA ligera y eterna

Fotos | Jorge SILVA

La elección de elementos naturales como recurso estético y la incorporación de obras de arte para personalizar los espacios, fueron los principales protagonistas para diseñar esta residencia ubicada en el estado mexicano de Jalisco.

La Casa SG fue creada para una familia amante del arte y la naturaleza. Se encuentra en el corazón del exclusivo fraccionamiento Colinas de San Javier, en la ciudad de Zapopan, uno de los 125 municipios que conforman el estado de Jalisco. Esta zona de lujosas residencias de diseño contemporáneo, tiene dos particularidades que la hacen apta para la propuesta urbana de barrio jardín: una leve altura con excelentes visuales de la ciudad y una vegetación inmersa en una secuencia de oasis, claros y refugios bajo la sombra de casuarinas, eucaliptos y pinos. Las palmeras dan cuenta de un paisaje más joven, que acompaña el origen del fraccionamiento y el resto de la infraestructura urbana de la zona.

 

Las puertas corredizas y celosías divisorias de ambientes fueron realizadas con madera de parota, cuyo árbol se conoce como “huanacaxtle” u “oreja de elefante” (entre muchas otras denominaciones, dependiendo del país de origen), muy común en la zona de América tropical. Su madera es de color rojizo con la veta pronunciada y aspecto orgánico, lo que la hace ideal para dar soluciones expresivas a elementos del diseño, sean éstos accesorios o estructurales.

El arquitecto Edmundo Elizondo de Stuen Arquitectos tuvo a su cargo este proyecto en 2017. A lo largo de 600 metros cuadrados construidos, distribuidos en amplísimos espacios y en relación con importantes alturas bajo cubiertas inclinadas, concibió una estética basada en los materiales naturales, muchos de ellos, propios del lugar.
Exteriormente, la piedra tiene un claro protagonismo en los paramentos verticales de la residencia. “En piedra logramos desde huellas para la escalera, bachas para los baños y hasta recubrimientos en fachadas. Extraída de la afueras del pueblo de Tequila, se le conoce como piedra Sahagún. Desde el punto de vista formal, el objetivo era expresar un acabado sólido que colaborara visualmente a quitarle peso al otro volumen que lo intersecta, tal y como lo refleja la frase del arquitecto italiano de destacada trayectoria en el diseño escultural, Giuseppe Fallacara: Con la ayuda del peso de la piedra natural, se puede otorgar una gran ligereza a las construcciones”, expresa Elizondo, explicando su inspiración y concepción del proyecto.

La combinación del blanco del revoque con el gris de la piedra se potencia con cálidos puntos de luz que se proyectan desde la base de la fachada y producen el balance exacto para no verse fría ni demasiado cargada. Algo similar sucede en el interior, la madera le da esa impronta cálida de hogar al gran espacio central que exhibe las piezas sobre muros blancos en forma de galería, o plenos negros para destacar alguna en particular. El piso en porcelanato con efecto “baño metal” y los cielorrasos, también en una paleta muy neutral, contribuyen a que las piezas de arte y otros detalles de diseño sean el centro de las miradas.

La piedra también es protagonista en la mesa del comedor y en la estufa del living. Ambos elementos fueron solicitados en base a una pieza única: la tapa de la mesa con los cantos rústicos de cantera y en el caso de la estufa con biselados perfectos.

 

Los dos bloques desfasados, uno blanco intersectándose sobre el otro recubierto de piedra natural, muestran la belleza en estas dos figuras limpias. En ellas no hay registro del tiempo. Por más que pasen los años dicha obra seguirá luciendo tan perfecta como en la actualidad.

 

 

En varios rincones del interior se aprecian piezas únicas concebidas exclusivamente para esos sectores dentro de la casa. Estos elementos crean un aspecto sorprendentemente distintivo y personal, ya que el proyecto de interiorismo fue concebido a partir de ellos. Un ejemplo claro es la bacha del baño de visitas: una piedra de media tonelada en una única pieza volada, que a través de la iluminación logra el efecto de parecer suspendida en el aire. En este caso particular, la textura fue intervenida artesanalmente.

“Las piezas de arte forman una parte integral de la obra maestra: la residencia. La volumetría, los colores, la iluminación y el entorno de la misma, le otorgan el carácter de arte habitable; cálido, atemporal y natural. Los espacios fueron diseñados para emular la frescura y grandeza que nos ofrece la naturaleza y los materiales pétreos, disponiendo de las
piezas de arte para complementar las áreas, y en base a ellas, intentar emitir sensaciones y emociones al estar ahí”, reflexiona Elizondo.

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