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Fotos Fernanda MIR + Nacho FONDA

Un patio interno es el corazón de esta casa en Punta Ballena, inspirada en Los Hamptons neoyorquinos, zona al este de Long Island, lugar elegido por mediáticas personalidades internacionales para anclar allí su residencia de vacaciones. Esta estética particular y con varios matices desembarcó hace varias temporadas en Uruguay, de la mano de decoradores y especialistas en estilismo de interiores, así como también su versión más campestre y descontracturada trascendió a la arquitectura, plasmando una línea de diseño que se evidencia desde la concepción exterior de estas casas con volúmenes bien definidos con techos a cuatro aguas de poca pendiente y sus fachadas revestidas en cálidas maderas. Esto encuentra cabida en el lifestyle de aquellos en que la sensación de refugio, la necesidad de relax continuado y las reminiscencias a un tiempo pasado, quedando relegadas las más puras líneas modernas o hasta incluso los más estridentes contrastes.

Punta de Este cuenta con varias residencias con claras referencias, en las cuales desde la puerta de entrada, el remate de los techos,  el ventaneo que simulan los antiguos diseños en hierro, hasta la vajilla, los textiles y accesorios vintage se enmarcan en el mismo concepto.

Concebida arquitectónica e interiormente por Pablo Chiappori, todo sucede en torno al espacio exterior que planteó el decorador argentino, quien hizo de su nombre su marca también en Uruguay, desde que hace ya casi cuatro temporadas instaló su tienda Paul Beach House en la calle principal de La Barra, versión veraniega de su Paul French Gallery en Buenos Aires, y desde allí hizo base para responder a los encargos de intervención en residencias y locales comerciales, incluso el desarrollo de la imagen de prestigiosas marcas de ropa como Rapsodia y Jazmin Chebar. Su vínculo con Punta del Este viene de mucho tiempo atrás cuando era contratado por marcas argentinas para montar sus locales en Punta del Este, en los 90 fue el autor de los de Mango Bar, Diesel, Ricardi y Soviet, incluso por varios años ambientó la agencia de Pancho Dotto y poco tiempo atrás estuvo a cargo del cambio de look de Café Misterio en Carrasco, uno de los más exclusivos restaurantes de Montevideo.

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La casa cuenta con siete ambientes y está dividida en dos bloques: el principal para residentes y otro para huéspedes, diferenciados volumétricamente pero fusionados en el área central abierta al mar donde un gran deck abraza la parrilla y la piscina, y se materializa esa vivencia distendida para un prolongado disfrute. En primera línea es posible darse muchos gustos, la vista infinita incluso desde refugios entre los pinos costeros son una suerte de escondite infantil que a todo adulto tienta.

Austera pero rica en terminaciones. En el exterior las tablas son de pino nacional dispuestas de forma vertical con efecto driftwood (estado en el que llegan a las costas los trozos flotantes de maderas de barcos naufragados luego de mucho tiempo bajo las inclemencias del mar y del sol). En el interior, las tablas se dispusieron horizontalmente con diferentes pátinas según el tipo de ambiente. En esta línea son aceptadas e intensamente reclamadas las maderas nobles con la veta vista o intervenida, los tablones pintados o desgastados, los cálidos textiles, suaves blanquerías, muebles vintage y las puertas o postigones altos con los característicos despieces y molduras. Muelle, arena y caracoles son parte de la experiencia.

Los sillones exteriores fueron realizados en madera de Guayubira terminación drift, al igual que las sillas director con cordón de algodón y tussor de teñido artesanal. Al caer el sol, las miradas se centran hacia la lámpara galponera colgante, modelo Campiña.

 

En el living sillones y sofá modelo Santa Bárbara en lino Andrés. El biombo tipo postigo es de doble hoja en madera de Guayubira, terminación drift. Lámparas de pie articuladas tienen un acabado óxido y la de mesa un balustre, torneado artesanal con pantalla de arpillera. La biblioteca fue realizada a medida con lustre oscuro.

 

 

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Ya el verano pasado, la marca incorporó nuevos modelos de sofás, alfombras y artefactos de iluminación en base a una curaduría de proveedores que Chiappori realizó personalmente, generando nuevas alianzas y novedosas propuestas con mano de obra nacional. Pablo, detrás de Paul, se ha convertido en un particular referente de la decoración esteña, disfruta de las casas vividas, desestimando aquellas donde tal vez el concepto ¨home¨ nunca llega por tratarse de productos inmobiliarios, aunque por cierto sean válidos para otros. Advierte que cada vez más los propietarios se ocupan de la estética integral de las casas de veraneo y se conciben para disfrutarse todo el año, y no donde volcar todo lo que no se usa, sin seguir una línea específica. Por aquí es donde el interiorismo uruguayo crece a pasos agigantados, en relación a tiempos pasados y en definitiva, una vez más, nos hace tomar conciencia de laimportancia del proyecto integral de una casa o apartamento,  y la innegable visión que un profesional aporta, más allá de estilos específicos.

 

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