Fotos Denilson MACHADO _ MCA Estudio /
AH House es un proyecto del arquitecto brasileño Guilherme Torres, quien dirige el estudio que lleva el mismo nombre y es uno de los profesionales más posicionados en la arquitectura residencial que fusiona elementos contemporáneos y tradicionales de Brasil. La casa se ubica en San Pablo y ocupa 1031 metros cuadrados desarrollados por la máxima expresión entre el adentro y el afuera. Grandes muros y volúmenes la cierran del exterior, y al ingresar por la «puerta amarilla», que es más bien un portón, se visualiza el juego de texturas y materiales con una muy cuidada estética, producto de una sensualidad y exploración en la conceptualización de la misma. El arquitecto consideró el límite urbano de la calle como un recurso en sí mismo, y lo trabajó desde el punto de vista de las formas y la vegetación ¨para devolver algo de la casa hacia la ciudad¨ según refuerza Torres refiriéndose al vínculo del paisaje interno del jardín hacia afuera del muro que la limita, haciendo visibles las copas de los árboles y esa sensación de perspectiva propia de la sucesión de elementos de diseño cuando una fachada está correctamente incorporada a la calle.
Privacidad estética
Esta residencia fue proyectada en 2012 con el objetivo de lograr la total integración de los jardines con las áreas de convivencia. Un muro de piedra la contiene y la transición interior/exterior ocurre de forma natural. Las salas de estar se transforman en grandes balcones, enmarcados gentilmente por la relación volumétrica de los sucesivos planos, que se abren y cierran según necesidades específicas de un sistema programático bastante tradicional, a través de aberturas de aluminio de múltiples prestaciones. Los cinco dormitorios se suceden a través de circulaciones semi translúcidas, que permiten que la luz filtre hacia todos los espacios, incluso en los baños se tiene la sensación de estar rodeado por la vegetación del jardín, definida cenitalmente en la mayoría de los casos. Es un proyecto pensado desde afuera hacia adentro, con una ganancia lumínica muy bien resuelta.
Las paredes recibieron obras de arte contemporáneas y el mobiliario reúne un acervo de piezas vintage mezclado con memorias de familia. ¨Yo trabajo los principios básicos de la escuela modernista, la privacidad estética, los grandes planos, la intensidad luminosa, la planta libre. En este sentido, cuando la tridimensionalidad funciona se torna la parte más importante del proyecto¨, reflexiona el arquitecto.
Guilherme Torres es un perfeccionista, con un grado de licencia poética que vertió sobre su piel: uno de sus tatuajes dice “Trabaja más duro, mejor, más rápido, hazlo de nuevo”, es un extracto de una canción del dúo francés Daft Punk, por así decirlo, es una forma de celebración de su trabajo. Al arquitecto, que fundó su compañía en 2001 con su nombre, le apasiona trabajar.
El grupo multidisciplinario de profesionales que su compañía contrata, desde fotógrafos
a ingenieros, proporciona las condiciones para manejar los proyectos de los clientes de manera no muy explorada por otras oficinas de diseño en su país. Al diseñar un edificio, producen no solo las imágenes, sino que también generan todo el material de ventas y la programación visual. Al diseñar casas, lo hacen dando soporte desde la elección del terreno que dará sitio a la construcción. Los interiores siguen una misma línea de pensamiento y estética, explorando otros campos como expografía, escenografía y cine. En 2017 estableció sucursal en Nueva York y próximamente proyecta una galería de arte, como un pequeño museo privado para promover la cultura. Todo signado por la irreverencia, la voluntad de transgredir y la búsqueda de la excelencia profesional: trabajando duro, mejor y más rápido.
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