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Aloft inaugura en Montevideo reflejando las nuevas tendencias en hotelería a nivel global

Por Gabriela PALLARES

La última inauguración del rubro hotelero de nuestra ciudad viene de la mano de Aloft en pleno Punta Carretas.

Con una ubicación privilegiada, entre el icónico shopping de la zona y la rambla costera, a metros del Club de Golf o del Parque Villa Biarritz, en un área residencial y comercial con una dinámica muy particulares, abre la nueva propuesta de la marca joven perteneciente al portfolio de la cadena hotelera Marriott.

Marriott aplica a través de Aloft el concepto renovador que se desarrolla globalmente  desde el año 2005 dentro de la cadena Starwood (por entonces propietaria de la marca, y luego adquirida en 2016 por Marriott) con el objetivo de expandirse con una imagen más contemporánea y asociada a la idea de “hoteles boutique”. Para traducirlo físicamente trabajaron junto al reconocido mundialmente Estudio  Rockwell Group y su fundador David Rockwell. En etapas de investigación, lanzaron una campaña en el entonces omnipresente Second Life, cuya plataforma permitía al visitante virtual explorar en detalle los espacios. De allí extrajeron datos de receptividad, observaciones  y opiniones del público, información que volcaron al futuro prototipo de hoteles Aloft.

El slogan de la marca es “Diferente por diseño” y  pueden divisarse equipamiento contemporáneo de sillones de líneas italianas,  mesas de madera clara con aires nórdicos, sillas modelo Bertoia  o luminarias de George Nelson.  Es así que el suceso que ha significado en la industria lo avala la expansión en corto plazo: 130 hoteles en 18 países instala un cambio en la experiencia de alojamiento a precios accesibles captando a nuevas generaciones de viajeros que buscan intercambio social en ambientes urbanos descontracturados, modernos y con vibra y espíritu  jóven,  Pero no siempre la instalación es en lugares reconocidos, sino que hay varios ejemplos de ubicaciones pioneras en zonas no tan desarrolladas donde el hotel hace una diferencia y revaloriza la zona y entorno.

Es así que los espacios comunes son abiertos, coloridos, conectados con el entorno, con música que va elevando volumen al caer la noche, y bajando intensidad de iluminación, con livings  para el encuentro y espacios lúdicos que incluyen pantallas de video wall, o mesas de pool. En el comedor, abierto al público en general, hay estaciones de take away de comida al paso para cuando no hay tiempo de sentarse con servicio a la carta, pero también, mesas comunitarias y otras individuales contemplando varias situaciones posibles del comensal visitante. Hasta los uniformes del personal parecen indicar menos ataduras a convencionalismos del sector que a un estilo muy sui generis de optimizar recursos para ese huésped que prioriza la flexibilidad y cercanía.

Algunas innovaciones propias son la música en el bar “WXYZ”, donde puede tomar un cocktail escuchando bandas en vivo que son seleccionadas previas postulaciones en el marco de ciclos llamados “Live at Aloft”, o el programa SPG Keyless, una aplicación para smart phones que recibe el código de acceso a su habitación para ingreso sin llaves, usando el celular, evitando el clásico check in al arribo.

En su plataforma online, la marca Aloft tiene un alto componente de tecnología aplicada especialmente a reflexiones sobre conceptos como “La habitación del futuro”  o  servicios a la habitación robotizados, aún no disponibles a nivel local pero que sin dudas son iniciativas que empujan los límites del servicio al pasajero a nivel global.

Otra particularidad que cabe mencionar es  un sector del edificio que se usará como cowork, gestionado por You Hub al que podrá acceder el público en general pagando la hora o  membresía. Ello asegura el mix del segmento jóven que usualmente elegía Air bnb para alojarse, que interactúa entre los social y laboral y exige otro tipo de  alternativas en su estadía  que no encuentra en propuestas tradicionales. La interacción operativa entre el hotel Sheraton, ubicado a pocos metros, cruzando la calle, o con el Punta Carretas Tower, una torre de oficinas lindante será seguramente el origen de actividades y estímulo urbano a nivel barrial.

El Aloft Punta Carretas abrió con ocupación llena debido a un Congreso de Ajedrez que permitió probar a full todas las instalaciones y comodidades, y de a poco se consolida no solo como opción de alojamiento sino también de encuentro social en la zona.

Es de esta forma, la grifa hotelera  que ya opera dos hoteles en Montevideo, (el Sheraton Punta Carretas y el Four Points en el Centro) tiene un buque insignia local en cuanto a una nueva forma de agasajar al viajero en épocas de transición de consumos y búsqueda de experiencias distintivas, de integración social y de disfrute de las ciudades en formas menos estructuradas.

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