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Un resurgir sereno en las arenas del este

Único hotel para adultos enclavado en las arenas de la Playa Mansa de Punta del Este. Serena venció las turbulencias que aquejaron al rubro hotelero durante la pandemia a nivel mundial, recuperó su espíritu, su característica magia y su dote de hospitalidad reconvirtiendo su emblemático edificio, y sobre todo, el sentido de pertenencia a una zona histórica de Maldonado.

Fotos: Archivo particular de Fernando Cairo

Serena Hotel reabrió sus puertas en el verano de 2022, sumándose a la oferta hotelera del balneario uruguayo más reconocido internacionalmente. A orillas del Océano Atlántico, el edificio de estilo clásico francés, con sobrias molduras y cubierta de teja francesa color pizarra, es el único de esta magnitud ubicado sobre la arena al que puede accederse indistintamente desde la playa o desde la ruta costera que conecta Montevideo con los demás balnearios de Maldonado y Rocha. Se desarrolla en tres niveles, en planta baja la recepción, lobby, estar, spa con piscina climatizada, resturante, áreas administrativas y servicios, y entre primer y segundo nivel las 32 habitaciones que obedecen a la distribución original del hotel: 26 de ellas con vistas al mar y a la piscina exterior (de considerables dimensiones y a escasos metros de la rompiente), 12 de ellas tienen terrazas exclusivas al mar.

Foto Rosario Nuin
Foto Rosario Nuin

Una importante apuesta económica junto a la intención expresa del grupo inversor por recuperar esta construcción, que claramente dibuja desde hace décadas el perfil costero de la Parada 24, sumado al interés del Ministerio de Turismo y la Intendencia de Maldonado para que la tradicional esquina de Las Delicias mantenga su condición geográfica de referente turístico, es que dio paso a una obra de gran envergadura, donde el diseño respetuoso con la preexistencia fue el eje fundamental de la recuperación edilicia y la reconversión estética de los espacios interiores, lograda a través de proyectos integrados de arquitectura, interiorismo y paisajismo. Los mismos fueron abordados por un equipo de profesionales y asesores uruguayos en su totalidad, entre ellos las arquitectas Rosario Nuin y Ma. Fernanda Navarro, quienes desde el proyecto de interiorismo alinearon cada uno de los interiores con el diseño a todas las escalas y en el aggiornamento al origen del edificio, la gestión hotelera de los últimos años y los criterios estéticos al servicio de los más exigentes estándares del hospitality design, cada vez más valorado para generar experiencias y no una simple estadía. Esto permitió volver a recibir a aquellos huéspedes que consideran a Serena Hotel una parada obligada y el disfrute más deseado en Punta del Este, y también a nuevos visitantes que se suman a este concepto hotelero.

El espíritu Serena

El edificio reúne una multiplicidad de elementos que estuvieron presentes en la bitácora de viaje, durante el 2021, con rumbo a la reapertura de una nueva etapa para el hotel. En particular, desde el interiorismo se propuso materializar el proyecto y la ejecución en un trayecto de tan solo seis meses, interviniendo aproximadamente 2.700 m2 a partir de la solicitud expresa de conservar el mobiliario original del hotel, tanto de las habitaciones como de los espacios comunes, incluyendo nuevo equipamiento en algunos espacios interiores, y exteriores como decks, pérgolas y terrazas.

Para la dupla de las arquitectas Nuin y Navarro, responsables de la nueva imagen interior del hotel, el desafío fue rescatar y revalorizar el espíritu Serena en cada uno de los sectores, sin alteraciones de tipo funcional pero sí reformulaciones de carácter estético para reinsertar a Serena en el circuito hotelero. El diseño integral para la propuesta se basó en el concepto “Site-Specific Design” (diseñar para un sitio especifico), en particular para los interiores de este hotel encallado en la arena a orillas del mar. Esta conceptualización marcó la hoja de ruta en el diseño de los espacios y sus respectivas conexiones, haciendo énfasis en la naturaleza inmediata donde se emplaza y los gestos que ella replica hacia el interior de los espacios, con fibras naturales, colores calmos y espacios luminosos, informales, sobrios pero vivibles a la vez, preservando el carácter clásico y elegante del edificio. El proyecto de interiorismo significó el complemento a medida del abordaje arquitectónico de infraestructura edilicia y reestructuración de los servicios de primera línea que ofrece el hotel, incluso el diseño de la cartelería, la señalética y la estética del outfit del personal se plasmaron en la misma línea.

 

Desde 2022, Serena Hotel sigue siendo la calma en la rompiente de cada ola, que se acerca y se aleja de la orilla, una y otra vez con un susurro constante. El salitre del Atlántico se mezcla entre la arena esponjosa, de grano grueso, con la brisa propia de esta bahía fernandina, que no repara en catalogarse internacionalmente como exclusiva. La imagen del skyline de la Mansa de la que este edificio es parte, circula como uno de los principales destinos turísticos del mundo potenciado por los kilómetros de playa, la vida nocturna y el entorno agreste que refuerza su cualidad balnearia. El espíritu Serena es alternar una caminata con un trago, un masaje con una lectura, el relax con el diseño, el arte, la gastronomía y la celebración. Estos aires frescos lo tornan irresistible y recorren las instalaciones a través de una paleta de tonos monocromos y neutros, entre mobiliario de diseño original italiano, sueco y danés, luminarias francesas, una selección de elementos decorativos handmade de realización local con una estrecha alianza con las fibras y las texturas naturales, y con la posibilidad de llevar al interior gestos marinos y botánicos para la conexión perfecta con la naturaleza.

La incorporación de fibras naturales, hechas amano con materiales autóctonos de Uruguay en accesorios decorativos e iluminación es el elemento diferenciador en las circulaciones y espacios sociales del hotel, donde aparadores tipo buffet de casi 2 metros de largo, originarios de continúan formando parte con una renovada apuesta cromática.
La incorporación de fibras naturales, hechas a mano con materiales autóctonos de Uruguay en accesorios decorativos e iluminación es el elemento diferenciador en las circulaciones y espacios sociales del hotel, donde aparadores tipo buffet de casi 2 metros de largo, originarios de continúan formando parte con una renovada apuesta cromática.

La forma de plasmar estos gestos del entorno fue capturar instantes en los propios alrededores del hotel, desarrollando una producción fotográfica bajo la curaduría visual del proyecto de interiorismo, y la mirada selectiva bajo el lente del fotógrafo Carlos Pazos: Serena Fine Art Photography Collection formada por 50 imágenes, reproducidas en papel Fine art/ RC y enmarcadas (por Cuadrería Passepartout) para ser colocadas en serie en los pasillos e individualmente (o en dúos) en cada habitación. Estas impresiones revelan tomas macro exclusivas y vinculan al huésped con lo que sucede a metros de cada espacio privado: el oleaje calmo, la contemplación infinita, la danza de las especies costeras, y la dinámica de la playa cuya rompiente sinuosa brilla con su propio color. Estas imágenes se complementan con otros instantes de la historia capturados anteriormente, una colección que está en proceso y será ubicada en los espacios comunes de la planta baja, para introducir a cualquier visitante en breves reseñas que cuentan la historia ilustrada del edificio con valiosas fotos de archivo.

El huésped de Serena vuelve a rememorar la vivencia con todos los sentidos bajo la contemplación irreverente de Buda, imagen que se mantuvo enmarcando la piscina de borde infinito, al igual que el característico color negro del revestimiento interior, todo contribuye al ‘clima zen’ en el gran deck, donde además se mantuvo la distribución del equipamiento y la paleta en blanco y negro de los camastros, reposeras y sectores de livings bajo las pérgolas, cuyas siluetas enmarcan las visuales hacia la pintoresca ensenada entre la isla y la península.

Íntimo, cálido, sobrio y descontracturado a la vez, estos fueron los puntales para reconstruir el espíritu Serena: una invitación recurrente a desarticular rutinas y conectar con la naturaleza. Tres características que lo hacen único en Uruguay: el acceso directo a la playa, el servicio a la medida de cada huésped, y la posibilidad de ser parte de un vestigio con 127 años de historia sobre las arenas de la Mansa, en Punta del Este.

 

Una gran puerta vidriada conduce a la recepción, luego de un espacio de transición y espera que oficia de antesala, simétrica y ambientada como jardín de invierno, donde dos enormes ánforas orientales flanquean este primer recorrido. A cada lado, un ‘show de luminarias’ decorativas llevan la mirada hacia la gran altura a ambos lados de la antesala, el protagonismo de estas esculturales siluetas está dado por el diseño exclusivo de las luminarias Bamboo Pendant Ligth diseñadas por el polifacético diseñador israelí radicado en Paris Arik Levy para la marca francesa La maison Forestier (exclusivas de Mónica Melhem Shop en Uruguay), son cilindros formados por delgadas láminas de bambú natural, encastrados, y pintados a mano con detalles en blanco o en negro, y con largos hasta 1.30 metros, compuestas en el espacio como piezas luminosas decorativas.

En la recepción se mantuvo el mostrador con tapa en mármol de Carrara, el frente y sus laterales fueron revestidos con envarillado de madera, reservando el negro solo para sutiles detalles, al igual que en el resto de los espacios interiores del hotel. Una de las fotografías capturadas por Pazos, de la serie ‘el mar’, fue impresa como gigantografía serigrafíada sobre vidrio templado y translúcido (de Vidriería Claise) que gracias al afinado ojo de Eduardo (técnico de la cabina de serigrafía de dicha vidriería) replica el color exacto de la arena húmeda a pasos del hotel. Esta incorporación otorga un clima de playa ya desde el acceso en sintonía con la diversidad de texturas naturales de los demás elementos como por ejemplo, el conjunto de tres luminarias decorativas diseñadas por Olivia Boxer y Gloria Rodríguez (de Nit Design), dos de ellas colgantes modelo Mr. Skirt 6 (diámetro de 80 cm.) sobre el mostrador y un aplique de pared modelo Skirt, todas realizadas en fibra natural a partir de hojas de palmas autóctonas de Uruguay, con tratamiento fungicida y con estructura de bronce con protección anti lustre.

El ornamento verde es el sello escultural que María Paula Domínguez, paisajista y florista, diseña para Serena desde hace 14 años a través de los arreglos florales para todo tipo de celebraciones, desde las más festivas a las más corporativas, pasando por casamientos, lanzamientos de producto y aniversarios empresariales. Actualmente, Domínguez definió para el hotel enormes ramos de hojas verdes, que armonizan en forma, color y textura el follaje mezclado y no hacen otra cosa que dotar los espacios de una desorbitante frescura, propia de un sofisticado hotel de playa. Para estos jarrones se utilizaron Filodendros, caña de ámbar, papiros, hojas de palmeras y Sterlizias.

 

La poltrona modelo Air (de Atípico) es la protagonista de la recepción, susmedidas (1.15 m. x 95 cm.) le otorgan carácter escultural como pieza de diseño incluida en la reformulación de este espacio, que conecta con una de las esculturas traídas de Oriente en la etapa anterior del hotel, donde todo giraba en torno a inspiraciones orientales. Air tiene estructura metálica y armazón con láminas tensionadas de ratán que colabora a la rigidez del asiento, pieza de la selección 2021 que Fiorella Tortorella y Mónica Fadigati, realizaron para la marca.
La poltrona modelo Air (de Atípico) es la protagonista de la recepción, sus medidas (1.15 m. x 95 cm.) le otorgan carácter escultural como pieza de diseño incluida en la reformulación de este espacio, que conecta con una de las esculturas traídas de Oriente en la etapa anterior del hotel, donde todo giraba en torno a inspiraciones orientales. Air tiene estructura metálica y armazón con láminas tensionadas de ratán que colabora a la rigidez del asiento, pieza de la selección 2021 que Fiorella Tortorella y Mónica Fadigati, realizaron para la marca.

El gran lobby. Como espacio de transición impacta por sus dimensiones, en él se planteó generar distintos sets de livings armados a partir de mobiliario existente (sillones con estructura vista intervenida en tono Sensación de Piedra del Catálogo de Inca y retapizados), poltronas circulares y giratorias modelo Ralph y mesas de centro modelo Zoe laqueadas con poro abierto (de Walmer), y alfombras de grandes dimensiones que otorgan calidez al piso cementicio color arena. La reformulación estética del gran espacio fue lograda con gestos puntuales para generar una nueva sensación por el conjunto de intervenciones: columnas revestidas con envarillado de madera, un cielorraso textil (tipo toldo) que cubre la garganta existente y marca el centro del espacio sobre el living principal. La propuesta de iluminación se planteó acorde a un espacio central: de reunión, de circulación y también de pausa, generando acentos en cada living y manteniendo el mismo criterio del acceso a través de las mismas luminarias en bambú firmadas por Levy. La biblioteca es el tributo a la cultura y el arte que se continúa respirando en hotel, mantener la colección de libros existentes fue parte de lo que se consideró un valor a preservar, para ello se diseñó una boiserie a medida con estructura metálica entonada con Torre de Tierra (del Catálogo de Inca), y placa de laminado compacto Gris cubanita (de la Colección Decorativa Egger 2021-2022).

 

El tono 9 de la Colección Casual de Fibreguard (importada por Olesia Textil en Uruguay) sustituyó en los sillones existentes el contraste del blanco y negro por la nueva lógica que se funde con la naturaleza. Estos tejidos están probados bajo varias normas de calidad que los hace excelentes opciones para el uso hotelero, certificaciones algunas más completas y estrictas que los propios estándares internacionales, actualizados en función de nueva información científica y requisitos legales como por ejemplo estándares de vinculos laborales transparentes, porcentaje de reciclado en sus tejidos, contenidos orgánicos genuinos o producto de gestiones que minimizan la huella ambiental.

“Dosmiluno” es el mural del artista uruguayo Ricardo Pickenhayn, propiedaddel hotel, que el artista realizó en 2001 en madera de cedro tallada y policromada al óleo (medidas 159 x 73 x 13 cm.) y es el foco visual del gran lobby, donde la lectura suma valor y distención a orillas del mar, sobre todo satisfaciendo las preferencias de los huéspedes que aprecian títulos y colecciones bibliográficas de gastronomía, fotografía, arquitectura, arte textil, cerámica milenaria, de la historia regional como naufragios rioplatenses, y de costumbres locales como la yerba mate, los olivares y el dulce de leche.
“Dosmiluno” es el mural del artista uruguayo Ricardo Pickenhayn, propiedad del hotel, que el artista realizó en 2001 en madera de cedro tallada y policromada al óleo (medidas 159 x 73 x 13 cm.) y es el foco visual del gran lobby, donde la lectura suma valor y distención a orillas del mar, sobre todo satisfaciendo las preferencias de los huéspedes que aprecian títulos y colecciones bibliográficas de gastronomía, fotografía, arquitectura, arte textil, cerámica milenaria, de la historia regional como naufragios rioplatenses, y de costumbres locales como la yerba mate, los olivares y el dulce de leche.

 

De molino a hotel: más de 100 años de historia

La edificación original data de 1895 cuando el comerciante italiano José Cavallo construye grandes galpones para funcionar como molino de harina, quien, según la reseña del Banco de Historias Locales de Maldonado (BHL) en el sitio web del Instituto Uruguayo Argentino “ya en 1880 había instalado en Rocha la cervecería y licorería del Globo, premiada en exposiciones realizadas en Buenos Aires y París, y en 1891 abrió una sucursal en Maldonado abarcando diversos rubros, tales como tienda, ferretería, almacén y depósito de frutos del país”.

Según relata Juan Pablo Lavagnini (en apuntes de su viaje en barco a Uruguay en 1906 y tras la visita al molino, en manuscritos aportados por Fernando Cairo a la reseña) el molino “está construido con los sistemas más modernos de los de su género y provee a todos los departamentos al este hasta la frontera con Brasil”.

“En los últimos años del siglo XIX inicia la explotación del molino y fideería, cuyo funcionamiento alcanzó a muchos años, haciéndose cargo a comienzos de 1915, por arrendamiento, la firma Ameglio Hnos. Pero al poco tiempo las instalaciones fueron abandonadas sufriendo las inclemencias del tiempo, a pesar de que las construcciones fueron realizadas con materiales de primera calidad”, según el Dr. Alfredo Nocetti Fasolino en la biografía de José Cavallo tomada de su libro “Personajes con sabor a Maldonado”, quien detalla la existencia del muelle hacia 1993, aunque más corto que el original, y cuyo funcionamiento fue autorizado luego de una numerosa asamblea donde varios comerciantes apoyan a Cavallo luchando contra la burocracia y gravámenes para descargar mercadería procedentes de Montevideo. Tal era el deseo de progreso y su visión comercial que se transformó en el primer puerto mercante de Maldonado, allí descargaban mercadería los barcos de Antonio Lussich y retornaban con cereales, agrega la reseña publicada.

En 1941 fue inaugurado como Hotel Las Delicias, momento en que se realizó la ampliación del ala paralela a lo que hoy conocemos como Rambla Dr. Claudio Williman, donde se ubican 10 de las habitaciones del primer piso. En 1984 fue reinaugurado como Instituto Municipal de Estudios Turísticos para ser sede de una escuela de hotelería y gastronomía, cuyas clases eran impartidas por emergentes chefs rioplatenses en los albores de sus carreras internacionales. Finalmente, desde el 2004 reformulado como Hotel Serena, fue sumando a largo de los años anécdotas y personalidades que por allí pasaron, tanto como espacio locativo para eventos y fiestas temáticas dada la amplitud de las diferentes áreas de la planta baja, como signado a una identidad hotelera vinculada a un público exigente, que elegía una y otra vez todo lo que se sucedía entre amaneceres y atardeceres en este trozo de playa puntaesteña. Esta tradicional esquina marca la llegada al balneario y el comienzo del disfrute, punto que durante casi 100 años un muelle de tablones numerados y el edificio a lo lejos formaba parte de las clásicas fotos familiares en la playa, o en una vista hacia el mar “por la bajada de la 24” como suele conocerse.

 

¿Celebración o negocios?

La pausa es recompensada con la charla, también por el encuentro y la lectura en el estar. Grandes paños vidriados orientados al norte reciben sol constante, tamizados por los atributos de la tela sunscreen de las cortinas Rollers (de Reina Ana) que filtran la luz para permitir permeabilidad dentro de la privacidad en momentos especiales. Serena Hotel también oficia de soporte business y sectores workplace para el huésped. La exclusividad de estar equipado con tecnología acorde para reuniones de negocios y networking corporativo, le permite la posibilidad de recibir invitados o clientes, convertirse en semi privado por unas horas para reuniones presenciales o video conferencias, decorarse para una íntima celebración, o simplemente un espacio de contemplación.

El proyecto de diseño interior de esta sala se basó en el protagonismo del mobiliario nuevo incorporado a la propuesta, en un espacio lineal y muy luminoso, flexible, y con una paleta neutra que refleja enteramente la naturaleza costera: tonos beiges, maíz y natural. Se repite el tono Sensación de Piedra de las paredes con destaques en Torre de Tierra, y el mobiliario fue selectivamente elegido mezclando piezas de firmas de diseño nacionales y grifas importadas, para dar solución al sector de living, estaciones de trabajo y mesa de reuniones.

En el sector del living de generosas dimensiones los sillones de tres cuerpos existentes fueron retapizados con la supervisión de Sebastián Paciello, con el tono No.9 de la Colección Casual de telas para tapicería con estándares hoteleros (de la marca española Fibreguard), los almohadones de lino (de Walnut), la mesa de centro modelo Arena de madera decapada y patinada con capa de PU, base de acero terminación ‘tipo oxidada’ con la misma protección, diseño del interiorista Eduardo Giménez (para JB Home & Office), alfombra (de Vinibel), rack modelo Estiodo (de Walmer) con estructura de Roble de 2.70 m. de largo y lustre natural sobre madera laminada, e iluminación decorativa con led integrado en luminarias de centro, cuerpo de madera laminada terminación interior Roble (de Fivisa).

El Estudio Dorigo Design fue fundado por el italiano Fiorenzo Dorigo en 1992 yopera en las áreas del diseño industrial de muebles, de productos y de interiores. Fiorenzo comenzó a trabajar en diseño y dirección creativa para la industria del mueble en 1975, mientras estudiaba arte y diseño en Venecia. Ha sido diseñador independiente desde 1987 y sus proyectos han ganado varios premios y galardones internacionales, entre ellos Good Design Awards, Red Dot Award, BigSee e Index Dubai Award. El equipo creativo que lidera está siempre en busca de la belleza y la innovación en lugar de las tendencias, los proyectos de Dorigo Design explorando conceptos que no solo se ven bien, sino que también se sienten y funcionan bien: un diseño sensato, práctico y reflexivo, caracterizado
El Estudio Dorigo Design fue fundado por el italiano Fiorenzo Dorigo en 1992 y opera en las áreas del diseño industrial de muebles, de productos y de interiores. Fiorenzo comenzó a trabajar en diseño y dirección creativa para la industria del mueble en 1975, mientras estudiaba arte y diseño en Venecia. Ha sido diseñador independiente desde 1987 y sus proyectos han ganado varios premios y galardones internacionales, entre ellos Good Design Awards, Red Dot Award, BigSee e Index Dubai Award. El equipo creativo que lidera está siempre en busca de la belleza y la innovación en lugar de las tendencias, los proyectos de Dorigo Design explorando conceptos que no solo se ven bien, sino que también se sienten y funcionan bien: un diseño sensato, práctico y reflexivo, caracterizado por líneas nítidas, detalles sensibles, calidad y durabilidad.

Los sectores para actividades de relacionamiento sitial, disponibles para diferentes grupos de personas en simultáneo, se diseñó con la intención expresa de introducir piezas de origen 100% italiano en diseño y fabricación para conformar el home office en este espacio, ya que esta doble función fue el objetivo principal de la sala. Se seleccionaron sillas modelo Clue, pertenecientes a la colección diseñada por Dorigo Desing para Quadrifoglio Group Italia (representado por Grassi en exclusiva para Uruguay) con base en madera natural color fresno y carcasa de polipropileno, que dan una solución a la ergonomía a pesar de la rigidez de los materiales contemporáneos.

En el sector contiguo a la Smart Tv se ubicó la mesa de reuniones modelo Saarinen, (de JB Equipamientos) réplica en madera de Cinamomo con lustre natural y borde biselado, y base metalizada pintada con powder coat terminación cobre, también diseño de Giménez inspirado en la mesa Tulip Elipticall del arquitecto y diseñador industrial finlandés Eero Saarinen en 1956, cuyo largo de 2.50 m. la hacen merecedora de todas las miradas y elogios al espacio. Al medio de estos dos sectores, cuatro mesas redondas modelo Cruz (de JB Home & Office) versión diseñada por Giménez para Serena con tapa en Durasein (material no poroso producido a partir de resina acrílica y resinas naturales, importado en Uruguay por Zona M Proyectos).

Desde el proyecto de interiorismo se propuso recomponer este espacio de estar en planta baja como foco de concurrencia y recogimiento cerca de la estufa de alto rendimiento, intimidad para las tardes invernales o la sobremesa veraniega. Al acervo existente de cuadros de la artista plástica Mónica Packer se le asignó una nueva distribución en esta sala multifunción, el rojo intenso del óleo sobre el collage y ambos sobre tela, color y técnica que identificó el fructífero trabajo de la artista la primera década de los 2000, permanecen intactos en el sensible relato que le dio origen a esta sala, y en la que hoy se logró el objetivo de disponerla con múltiple adaptabilidad para los diferentes requerimientos.

 

Lo más exclusivo de lo privado

El hotel cuenta con 32 habitaciones distribuidas en dos plantas, las más exclusivas con terraza propia en primera línea frente al mar en categoría master suite, diferenciadas del resto por el diseño italiano de parte de su mobiliario, otras de categoría superior y regular con vistas frontales y otras con vistas laterales al mar, a la piscina, a la península y a Punta Ballena, con atributos de estética y confort renovados.

 

Gervasoni es una marca establecida en1882, con sede actual en Pavia di Udine (noreste de Italia) y ahora dirigida por la tercera generación de la familia, con el diseño y producción supervisada por su directora creativa, Paola Navone, una diseñadora que es leyenda en la órbita italiana del diseño de producto, famosa por fusionar sofisticación con informalidad.
Foto Rosario Nuin / Gervasoni es una marca establecida en 1882, con sede actual en Pavia di Udine (noreste de Italia) y ahora dirigida por la tercera generación de la familia, con el diseño y producción supervisada por su directora creativa, Paola Navone,
una diseñadora que es leyenda en la órbita italiana del diseño de producto, famosa por fusionar sofisticación con informalidad.

En las habitaciones de categoría regular y superior se reutilizó todo el mobiliario existente en ellas, luego de trabajos de carpintería, pintura y retapizados para lograr asimilar la paleta de los espacios generales a los privados. Se reformuló la capacidad y funcionalidad de las cuatro suites más exclusivas del hotel, generando en dos de ellas una sala de estar contigua a la habitación, transformándola en una suite de lujo para 4 personas. Desde el diseño interior, Nuin y Navarro materializaron en ellas un nuevo sello distintivo: el de ser un hotel de diseño por incorporar
además mobiliario original de la firma italiana Gervasoni (en Uruguay Mónica Melhem Shop La Barra) creando a partir de ellos espacios con una estética sobria pero fresca, atributos apropiados para la textilidad hotelera contemporánea.

Los sillones de tres cuerpos modelo Ghost 12 (de Gervasoni) son piezas originales, provenientes de la prestigiosa firma italiana, cuya característica principal es la funda extraíble con costuras a la vista y 100% en lino natural, el doble juego de fundas adquiridas permite solucionar en un instante el recambio de la habitación. Su look tiende a
un estilo formal aunque sus líneas no son tan geométricamente puras, sino minimalistas con detalles despojados de cualquier perfección, un diseño convincente a la apropiación del mueble, confortable y fresco, ideales para el entorno playero buscado, ya que el estilo Gervasoni representa la combinación de materiales de gran calidad, diseño sofisticado y a su vez informal, objetivo logrado en la ejecución del proyecto de interiorismo. Esta pieza icónica de Gervasoni, formó parte del gran espacio expositivo que la firma presentó en el Salone de Mobile.
Milano 2022, reconocida como una de las doce prestigiosas marcas que durante 60 años ininterrumpidos participaron en esta feria de diseño de mobiliario, referente a nivel internacional.

Las mesas de luz, mesas de centro y consolas modelo Love Table (piezas original del diseñador danés Niels Gammelgaar) en diferentes medidas diseñadas en madera de Roble blanqueada, con sujeciones encastrables y terminación de lacas especiales que mantienen abierto el poro, resaltan la veta y traducen la suavidad en el tacto a los tonos Soft touch y Greige. El tacto suave al pie de las alfombras suecas modelo Brielle Vanila, un PVC textil casi aterciopelado (exactamente un tejido con cinta de vinilo libre de ftalatos y metales pesados) que propicia estándares de higiene hotelera por su fácil lavado y ágil secado, definen este material hipo alergénico y reversible, que puede utilizarse en el interior o en la terraza.

El negro, color original del mobiliario diseñado por Balut para las habitaciones, se mantuvo solamente en los detalles de puertas de placares y cajones de cómodas y mesas de luz. Fueron 286 piezas de mobiliario intervenidas por Daniel Fernández junto a su equipo de carpinteros y pintores, entre mesas de luz, respaldos de cama, puertas de placares, escritorios, consolas, butacas, sillas, pies de cama, sillones, mesas auxiliares, aparadores y espejos para todos los espacios del hotel, “una suerte de piezas de puzzle que tomamos desarmado y guardado en contenedores, para volver a armar y sobre todo aggiornar a los estándares actuales de esta categoría hotelera a través del diseño”, recuerda la arquitecta Rosario Nuin.

En las cabeceras de las suites, elrecurso del empapelado es el que da la personalización de estas habitaciones: diseño Ginkgo de la colección de papeles franceses Casadeco (de Lizzie Design), un patrón estampado que replica un instante en el movimiento de la flora marina. En el spa la piscina climatizada es de agua salada para inmersión, y en sus paredes, el efecto de ‘baño romano’ fue el concepto propuesto para completar la sensación de relax que le faltaba al espacio, se logró sustituyendo el blanco neutro por la técnica en manos de Espasandín: pátina esfumada en degradé de tonos agua, asimilando los colores del mar revestimiento del pastillaje existente de la piscina.
En las cabeceras de las suites, el recurso del empapelado es el que da la personalización de estas  habitaciones: diseño Ginkgo de la colección de papeles franceses Casadeco (de Lizzie Design), un patrón estampado que replica un instante en el movimiento de la flora marina.

En el spa la piscina climatizada esde agua salada para inmersión, y en sus paredes, el efecto de ‘baño romano’ fue el concepto propuesto para completar la sensación de relax que le faltaba al espacio, se logró sustituyendo el blanco neutro por la técnica en manos de Espasandín: pátina esfumada en degradé de tonos agua, asimilando los colores del mar revestimiento del pastillaje existente de la piscina.
En el spa la piscina climatizada es de agua salada para inmersión, y en sus paredes, el efecto de ‘baño romano’ fue el concepto propuesto para completar la sensación de relax que le faltaba al espacio, se logró sustituyendo el blanco neutro por la técnica en manos de Espasandín: pátina esfumada en degradé de tonos agua, asimilando los colores del mar revestimiento del pastillaje existente de la piscina.

El equipo de Alejandro Verde (de Muebles Ballena) estuvo a cargo del diseño y la fabricación de réplicas de excelente calidad de los juegos de living para exterior inspirados en el modelo Inout 707 de Paola Navone para Gervasoni, mobiliario que forma parte de la colección de productos de esta carpintería con sede en Maldonado. “Lo fabricamos con piezas seleccionadas en madera de Lapacho Boliviano, ya que la intemperie exige un rendimiento mayor en cuanto a la calidad de la madera, y sobre todo, las exigencias del agua y el sol contra el salitre y vientos oceánicos”, detalla Verde.

La forma, los encastres, los espesores, la constante exposición al salitre, fueron algunos de los detalles estudiados con detenimiento por este equipo de diseño y fabricación nacional, para lograr la rigidez de cada pieza que compone el juego (sillón dos cuerpos, butacas individuales y mesas de centro), utilizando cementos especiales como siliconas para madera de origen americana resistentes al al agua, tornillos de acero inoxidable (no solo para evitar el deterioro del anclaje sino también la oxidación que termina malgastando la madera por más dura que sea), y tapines fabricados especialmente para cubrir las cabezas de los tornillos (a partir de una herramienta especial desarrollada en los talleres de esta carpintería).

Las mesas redondas acompañan el diseño de los sillones y poltronas también inspirados en el modelo de Gervasoni, siguiendo sus formas, los encastres y la veta de la madera para su mayor aprovechamiento “sia los muebles de exterior no se les agrega pienso terminan destruidos, por más buena que sea la madera, por eso nuestro trabajo va del planteo rústico al detalle prolijo, apelando al diseño de cada pieza, a la calidad del proceso y a la durabilidad”, comenta Verde.

A pesar de las transformaciones edilicias y gerenciales Serena continúa latente con el deseo de permanecer en la historia de nuevas generaciones, en particular para vivir una inolvidable estadía veraniega, un escapada de fin de semana invernal, un encuentro de negocios o una mágica celebración al borde del mar, en una esquina resguardada
por lonjevas araucarias, pinos marinos y ahora diversos ejemplares de jacarandá, cuyo crecimiento le otorgará altura al predio forestado, luego de adaptarse a las condiciones climáticas de este emplazamiento costero. Serena volvió a posicionarse con un sin fin de oportunidades invaluables de acercamiento al huésped, a sus placeres, a sus vivencias
y a sus expectativas, con renovados códigos de hospitalidad pero con el mismo espíritu que lo sigue diferenciando en Punta del Este.

 

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