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Esencia corporativa
GRAETZ - NÚÑEZ ARQUITECTOS

En 2006, los arquitectos Alberto Graetz y Armando Núñez se pusieron al frente de su estudio, liderando un equipo profesional sólido y estable, posicionándose en el mercado de forma contundente por su impronta y especialización en arquitectura e interiorismo corporativo, institucional y comercial. Arquitectos, diseñadores y gerenciadores, la dupla Graetz- Núñez ha sido la responsable de materializar lenguajes contemporáneos reformulando edificios patrimoniales en puntos estratégicos de la ciudad. Entidades bancarias como Discount Bank, Santander, HSBC, Lloyds TSB, Hapoalim Latin America, Banco Provincia Argentina, Leumi Private Banking, Banco Hipotecario, American Express Banca Privada y Banco IDB, entre otros,  y empresas como Laboratorios Roche y Ferrere Abogados, han confiado en su visión y tenor profesional. Esto implicó no solo un asesoramiento en la evolución de la imagen y en la transformación de las estructuras espaciales,  sino un transitar juntos, equipo y cliente, por una categórica esencia corporativa.

Más de 40.000 metros cuadrados en obra realizada son solo la base numérica que referencia a un estudio de estas características, ya que haber obtenido el primer puesto en concursos de arquitectura corporativa para la construcción de filiales bancarias de empresas multinacionales, habla de la capacidad y el perfil técnico para afrontar desafíos de muy diferente escala, a través de una búsqueda permanente de soluciones adaptadas, versátiles e innovadoras.

La diferencia generacional de quienes lideran el estudio, junto a la variedad de edades entre los integrantes del equipo, constituye una gran ventaja en tiempos donde el avance de las prestaciones y requerimientos del diseño parece infinita. “Nos permite el abordaje de cada tema con una multiplicidad de visiones. Una vez que el proyecto se asigna, ya ha sido cargado con todo el bagaje que esta dispersión puede aportar”, explica el arquitecto Núñez. A meses de cumplir diez años de actividad, presentamos dos de las más relevantes obras del estudio: Espacio Serratosa y Laboratorios Roche, obras realizadas con la colaboración especial del arquitecto Fabián Graetz en ambos casos, y de la arquitecta Florencia Scola en Roche.

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“Entendemos al diseño como una poderosa herramienta para la construcción de ventajas competitivas duraderas para nuestros clientes”.

Espacio de cowork en edificio patrimonial

El edificio históricamente conocido como “Casa Antonio Serratosa”, ubicado en 25 de Mayo y Ciudadela, fue transformado en el Espacio Serratosa, una propuesta de cowork y office share que comenzó a funcionar el 1º de setiembre, producto de una reformulación tanto arquitectónica-constructiva como en el concepto de uso del edificio. La actuación general consistió en restaurar los elementos de alto valor patrimonial del edificio original, adaptarlo a los nuevos requerimientos e incorporar dos plantas sobre el nivel de la antigua azotea. Ya en 1897 y abarcando 2.365 m2, construido por Pedro Sartori, el componente comercial de su uso estaba presente en la planta baja, mientras que los pisos superiores estaban destinados a vivienda. Según el Plan especial de Ordenación, Protección y Mejora de la Ciudad Vieja y el Eje 18 de Julio, en el apartado “Ciudad Vieja y Centro de Montevideo – Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico”, se define su fachada como “de influencia francesa, algo recargada en su ornamentación, en la que destacan fundamentalmente las mansardas de zinguería, los pináculos, los balcones con balaustrada y los elementos ornamentales. Se conserva a grandes rasgos en su estado original, siendo un buen ejemplo de eclecticismo novecentista”.

 

Los arquitectos Alberto Graetz y Armando Núñez, junto a un equipo de profesionales y asesores, trabajaron sobre el edificio entre 2013 y 2015. Luego de un exhaustivo trabajo de investigación, la propuesta de diseño plasmó desde el comienzo una sana convivencia entre la nueva intervención y el edificio histórico “sin interferir en su valor formal y unitario, a la vez de no renunciar a definir claramente sus contextos temporales”.

El edificio alberga estacionamientos en el subsuelo, un local comercial en la planta baja y oficinas en los niveles restantes, distribuidas en cuatro diferentes sectores, adaptándose a las instalaciones existentes. Resultó una interesante fusión entre la cáscara antigua y el lenguaje contemporáneo, la misma que los propietarios pretendían para destinarse a espacios al co-working. Fueron necesarios los espacios amplios para alojar a una gran cantidad de usuarios con todos los servicios que requiere un profesional, y también espacios para distenderse, llamados “hangouts”.

En el segundo nivel  se encuentran las voluminosas mansardas, que se pueden contemplar desde las fachadas exteriores de la antigua casa. Las mismas fueron pensadas para generar privados con mayor jerarquía, o en otro caso un amplio lugar de trabajo para cuatro personas.  “En una primera instancia se sugiere la reconstrucción de la mansarda mediante la adición de un volumen determinado por la altura y geometría de las torretas preexistentes. Este volumen, de apariencia corpórea, continuo, con poca vibración, carece de articulaciones formales que producirían ruido visual en la percepción del conjunto, llevando así la preexistencia a un primer plano. La materialización de este volumen homogéneo se logra mediante un tejido continuo de acero inoxidable el cual, por su color y textura, refiere a las superficies de pizarra del edificio a la vez que expresa el carácter contemporáneo de la intervención”, explica el arquitecto Graetz.

¿En qué consiste la mecánica ejecutiva y de funcionamiento del estudio?
Conformamos una estructura transversal donde cada proyecto es liderado por un profesional, quien se encarga de todas las fases, desde la gestación hasta la supervisión de la obra. Ponemos énfasis en el involucramiento en el resultado, con una fuerte impronta en  el dominio de las técnicas constructivas y en los procedimientos, con el objetivo de obtener obras de alta calidad de terminaciones y prestaciones.

¿A qué responde el enfoque comercial corporativo de vuestros proyectos?
Básicamente a la casualidad. El pasaje de los años, y los resultados obtenidos, han hecho que nos especialicemos en este segmento, casi sin quererlo. Hemos actuado también en el segmento industrial, de retail, residencial unifamiliar y residencial colectivo. Estamos muy conformes con los resultados en cada área, pero la demanda del segmento corporativo nos ha reenfocado en esa senda. La arquitectura corporativa requiere de una alta especialización y creemos que hemos desarrollado eficazmente los protocolos para obtener y exceder los resultados que el cliente espera en este tipo de proyectos. Últimamente hemos desarrollado varios proyectos de vivienda colectiva, y queremos fortalecer también esa especialización.

¿Qué aspectos destacan a la hora de la generación del proyecto?
Las necesidades de arquitectura de las empresas estructuradas son complejas. El énfasis puesto en los plazos, costos, prestaciones, política de empresa y otros elementos ajenos al diseño, son inductores fundamentales de las decisiones que se adoptan. Es usual que las empresas cuenten con directrices globales de diseño que deben ser adaptados a la realidad local, intentando ser lo más fiel posible a la estética y a la calidad que normalmente vienen pautadas de mercados mucho más desarrollados.

¿Qué características tiene una obra corporativa representada en quienes toman y comparten con ustedes decisiones?
En este aspecto, hemos enfrentado múltiples situaciones. El responsable del proyecto por parte del cliente es una pieza clave en el éxito del mismo. Que sea una persona con poder de decisión dentro de la empresa, a la vez que proactivo y abierto a las propuestas es fundamental. Debe involucrarse en el proceso y ser “hincha” del mismo. Normalmente terminan siendo muy valorados por el resultado que ayudaron a obtener.

¿Qué diferencia a un proyecto institucional que responde a normativas institucionales de su casa madre en el exterior a una local, como el caso de Roche y Serratosa?
En el primero, la estrategia respecto de espacios de trabajo de la empresa a nivel global prima en la toma de decisiones. El caso de Serratosa es completamente diferente, porque es un proyecto destinado a un usuario que no participa del proceso de proyecto, sino que es imaginado en su comportamiento por nosotros. El hecho de que sea un edificio con valores a recuperar, le agrega interés y calidad al resultado.

¿Que se intenta valorizar en construcciones patrimoniales donde inversores, sean públicos o privados, deciden recuperar estos edificios como el caso del Serratosa?
La refuncionalización del edificio, en este caso, ha sido casi un pretexto para la recuperación y puesta en valor del inmueble. Podría ser un espacio de trabajo colectivo (como lo es hoy), una sede corporativa, una embajada o una galería de arte. El perfil del inversor que recupera estos espacios haciendo hincapié en preservar sus valores intactos, es muy particular. Colocan la función o destino inmediato del edificio como un uso transitorio que permite seguir viviendo el espacio, y preservarlo para futuras generaciones.

¿Consideran que su propuesta de diseño contemporáneo aporta valor agregado a la ciudad?
No podemos entenderlo de otra manera.  Tenemos la convicción de que el resultado de un proyecto no depende tanto de la visión de diseño del estudio, sino de la conjunción de todos estos vectores que hemos mencionado antes, coordinados por la visión del diseño. Damos una respuesta específica a la necesidad de cada cliente, sin intentar adaptarla a la intención proyectual que nos inspira en ese momento. Sin embargo, es natural que propongamos estéticas contemporáneas, por defecto y vocación.

La mayoría de sus proyectos está vinculada a la banca privada, ¿qué particularidades reviste?
Los bancos son instituciones muy heterogéneas en el perfil de sus negocios y en los segmentos de público que atienden. Por eso los proyectos pueden ser variadísimos. Quizá la particularidad que los aglutina, aunque pueda parecer lo contrario, sea la fuerte preocupación por los costos de las obras. Son instituciones muy planificadoras, a mediano y largo plazo, donde el trabajo del arquitecto es uno más en un grupo multidisciplinario de personas que analizan el proyecto y lo gestionan.

¿Qué tipo de recursos sustentables incorporan en sus proyectos?
La innovación ha sido siempre una preocupación del estudio en todos sus aspectos, incluyendo a las tecnologías que mejoran la sustentabilidad y la eficiencia. Hemos tenido frustraciones derivadas de las dificultades que implica implementar estas tecnologías en nuestro mercado. En general, si es una preocupación previa del cliente, el camino está allanado. En el caso de Roche, trabajamos junto al cliente para la obtención de la certificación Leadership in Energy & Environmental Design (LEED).

¿Qué rol juega el proyecto de interiorismo dentro de su propuesta integral?
Nunca hemos tercerizado esta fase del proyecto. Entendemos el concepto turn-key literalmente. El cliente conoce su oficina el primer día que la va a utilizar, y debe poder trabajar cómodamente en ella ese mismo primer día.

“El Espacio Serratosa provoca un gran contraste entre la arquitectura historicista y la contemporánea, y se vuelve muy tentador el uso de los espacios”.

¿Apelan a diseñadores uruguayos para la incorporación de mobiliario de autor?
Es un camino que el mercado uruguayo ha comenzado a transitar, aumentando el conocimiento que los consumidores tienen sobre el mobiliario. En esto estamos bastante lejos de un mercado maduro, pero se está transitando un camino que creemos adecuado. Solemos proponer mobiliario original en muchos casos. No siempre tenemos éxito, por los costos que implica. Cuando se ha logrado incorporar, el resultado siempre es muy satisfactorio para el cliente, aún cuando había tenido reservas al respecto en fases anteriores.

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