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Hablemos de SLOW deco

Por Triana GAMARRA

El pasado 5 de junio fue el día mundial del medio ambiente. El tema fundamental de este año fue ponerle fin al uso de las bolsas plásticas.

Cada año en Uruguay se usan un promedio de 360 bolsas por persona, en el mundo 500.000 millones.

Con el lema “rechaza lo que no puedes reusar” la idea es abordar la problemática como un desafío, buscando opciones para reducir el uso del “nylon”.

Ya somos muchos los que nos sumamos a la alternativa de no pedir bolsas cuando van al súper y en internet cada vez son más los artículos que nos dan idea sobre reutilizar y reciclar.

3 “Erres”

  1. Reducir
  2. Reutilizar
  3. Reciclar

Tres pilares de la ecología impulsada por el movimiento Green Peace para la disminución de deshechos plásticos y la contribución a las mejoras en el medio ambiente.

Reducir: Disminuir o simplificar nuestro consumo (tanto energético como de materiales) es el primer concepto y la manera más sencilla de contribuir con la causa.

Reutilizar: Buscar la alternativa antes de tirar las cosas, darle otro uso, repararlas, darles otra vida útil.

Es el modulo que menos cumplimos y el más importante, pues en este punto logramos disminuir la cantidad de basura.

Se aplica no solo a objetos manufacturados sino también a los naturales, como la reutilización del agua, o de lo que llamamos “desechos orgánicos”.

Reciclar: Es el más notorio gracias a las campañas de concientización que vienen dando resultado en todo el mundo.

Este método consiste en clasificar la basura, someterla a un proceso para crear un producto nuevo. Dicho de esta forma pareciera que estamos hablando de un asunto más bien empresarial pero es una acción que todos podemos y deberíamos realizar.

Dentro del concepto de reciclaje el sector industrial empezó un cambio en la diagramación de sus métodos de fabricación y distribución, utilización de recursos, gestión de residuos, conservación del ecosistema y compromiso con el medio ambiente.

En el sector socio- cultural también se vive un clima de reflexión que deriva en un cambio de hábitos.

Slow Deco

En esa tendencia nace el “eco style” o “slow deco” que deja de ser un concepto de decoración, ya es un estilo de vida basado en la reconexión con lo natural y el respeto por el medio ambiente.

Quienes profesan este estilo, buscan llevar una vida más tranquila, menos estresada, afable con el medio, alejada del “ruido” citadino.

Recrear un contexto armónico donde nuestra casa sea la antítesis de lo que se vive diariamente, explorar el hogar y convertirlo en un refugio o escape al posmodernismo en el que vivimos.

Aquí están los elementos claves de un movimiento que vino para quedarse.

Menos es más

Lo importante es comprender la funcionalidad de los espacios, más allá de la capacidad. Lograr ambientes, más abiertos nos da la chance de mejorar el flujo energético, además nos llevará menos tiempo de mantenimiento, orden y limpieza. Simplificando ese tipo de tarea, podemos derivar ese tiempo a disfrutar, leer un buen libro, complacerse cocinando o escuchado nuestro disco favorito.

Crea tu espacio de confort

Involucrarnos del proceso de amueblado y decoración de la casa. Que no solo sea una cuestión de elección sino de acción.

¿Cómo? Restaurar muebles, fabricar muebles con troncos, maderas, caños, convertir latas en macetas, cajones de verduras en estantes, bancos o mesas.

Son actividades que además de tener un factor de ahorro económico y tener consciencia ecologista, también nos dan la satisfacción y el orgullo de haber invertido tiempo en “cosas hechas por nosotros mismos” (DIY).

Materiales e iluminación

La idea es seguir el lineamiento “back to the roots”, volver a lo esencial, a lo natural, a nuestras raíces. Utilizar elementos naturales es la clave madera, ratán, mimbre, corcho, bambú.

Jugar con las texturas y relieves de los tejidos naturales, el lino, algodón, lana logran un ambiente cálido y acogedor.

La colorimetría del estilo es fiel a su templanza, amarillo, blanco, terracota, verde, gris y algún estampado floral que nos remita a la naturaleza.

La luz juega un papel preponderante, sobre todo la luz solar, por 3 factores, la ventaja del ahorro energético y económico, disponer de un espacio bien iluminado de manera natural y los múltiples beneficios a la salud.

Cuando se tenga que usar luz artificial lo mejor es optar por lámparas led que además de ser más eficientes por su bajo consumo, resistencia y estabilidad se considera un tipo de iluminación ecológica por los materiales que la componen.

Como elemento decorativo es clave distribuir plantas en los diferentes espacios, existen especies de interior que se adaptan a varios ambientes, cocina, baño, dormitorio.

Además de la causa estética, son de fácil acceso, oxigenan y purifican la casa de varios agentes tóxicos.

Es posible re-diseñar nuestros espacios a consciencia, depurarlos de la vorágine cosmopolita y disfrutarlos como un auténtico refugio atemporal.

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