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La Historia reimagina el DISEÑO de muebles

Textos Maria Paula STACCHIOLA
Fotos Cortesía de RH

Haciendo honor a su importancia cultural y lugar singular en el paisaje urbano de Boston, Restoration Hardware -hoy RH- restauró el exterior e interior de un edificio patrimonial del 1800, elevando la experiencia del cliente a un lugar nunca antes visto en el diseño de muebles.

Ingresar a este monumental edificio revive un poco la fantasía de Alicia cuando entra por una pequeña puerta al País de las Maravillas. Un jardín de invierno con árboles de oliva artificiales, fuentes de agua, brillantes lámparas de araña, y un techo de oro artesonado iridiscente brindan la sensación de estar en un lugar encantado. Es un efecto único, que solo logran las galerías de Restoration Hardware (RH), una marca de lujo en el mercado de muebles para el hogar, que además ofrece iluminación, textiles, artículos para baño, decoración, exterior y jardín, así como productos para bebés y niños.

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En abril de 2013, RH abrió las puertas de su tienda principal en Boston en el barrio de Back Bay, sumando un nuevo punto de interés al paseo de turistas y locales. La particularidad de este showroom es su imponente estructura, nada menos que el espacio donde alguna vez funcionó el Museo de Historia Natural de Nueva Inglaterra. Construido en 1863 por el distinguido arquitecto William G. Preston, fue el segundo edificio público erigido en Back Bay y albergó colecciones exóticas de historia natural de todo el mundo, desde huesos de dinosaurios y especímenes de tigres hasta armas de los indios americanos y minerales.
El gran desafío para Gary Friedman, presidente y CEO de RH, fue entender la visión del arquitecto que construyó el edificio para adaptarlo a la visión de la marca. Con ese propósito Friedman, en colaboración con el arquitecto James Gillam, director de la firma Backen, Gillam & Kroeger, planteó que lo principal era recrear la experiencia del museo original. Basándose en viejas fotografías y planos, dibujos de la biblioteca pública, e información del actual Museo de Ciencia, el arquitecto ideó un concepto de “bucle” para facilitar la circulación continua a través de las cuatro salas y pasillos adyacentes sin tener que retroceder por afuera de los ambientes. Esta idea permitió que la experiencia se sintiera más como una galería que como una tienda de muebles.

rh_boston_b_c-1406Los albañiles fueron meticulosos al momento de intervenir este edificio patrimonial, aspirando siempre a recuperar los detalles históricos y a celebrar su arquitectura con iluminación. Gran parte de la remodelación interior consistió en remover los entrepisos insertados por los inquilinos anteriores, así como eliminar el área del ascensor, que bloqueaba el eje central del edificio. Se restauraron los soportes decorativos originales y la superficie alrededor de los arcos en el segundo y tercer nivel. Durante la renovación, los trabajadores encontraron la escalera caracol original escondida detrás de paredes. Hoy está completamente expuesta a través de arcos de acero y vidrio, y su silueta acompaña a los visitantes hasta el último piso. Al cabo de 15 meses de trabajo, los arquitectos concluyeron que la reforma más significativa fue abrir el hall principal, con la idea de regalar una cautivante vista desde la planta baja hasta el final del techo dorado. Como pieza vedette optaron por uno de los símbolos más conocidos de Friedman: un ascensor vidriado, inspirado en el modelo de 1893 del edificio Bradbury de Los Ángeles, que se desliza a lo largo de 21 metros verticales.

 

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Es una buena opción visitar el showroom cuando comienza a caer la noche, para contemplar el espectacular resplandor exterior que enmarca el edificio, creado por el internacionalmente premiado diseñador de iluminación Ross De Alessi, quien ha iluminado monumentos históricos en todo Estados Unidos, como el Palacio de Bellas Artes de San Francisco. Sobre la entrada principal se eleva un pabellón de vidrio y acero diseñado por Gillam en un respetuoso contraste con la fachada neoclásica del edificio. El paisaje exterior también fue parte del proyecto de renovación. Se conservaron los árboles de magnolia originales y se construyeron nuevos caminos laterales que abrazan el edificio.
La galería del Museo de Historia Natural pone de relieve la magnitud de la transformación de edificios que logra RH, y eleva la experiencia del cliente a un lugar nunca antes visto en la venta y diseño de muebles. Un museo no nace con la visión de vender; un museo se trata de arquitectura, inspiración, historia. Ese es el concepto que vibra en cada uno de los ambientes de RH en esta monumental estructura. La galería en su conjunto no solo exhibe muebles, sino que vende bajo un concepto “lifestyle”. Las ambientaciones internas son armónicas, equilibradas en cantidad y calidad de piezas. Seducen con mercadería sin abrumar, al tiempo que abarcan varias estéticas sin salirse del espíritu de la marca.

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