En los últimos tiempos, es cada vez más común que las madres se organicen para ambientar los cumpleaños de los chicos del colegio. Pero el camino hacia la profesionalización exige un compromiso adicional. Así surgió Crown, con la idea de ofrecer accesorios exclusivos para la decoración de fiestas, sobre todo lo relacionado a la presentación del catering y el armado de la mesa, lo que Andrea y Sabrina Fraga lograron con buen gusto y contactando proveedores en ferias fuera de Uruguay. El siguiente paso fue contar con un salón propio, donde el alquiler de estos productos era solo parte de una propuesta integral para festejos infantiles, que de un tiempo a esta parte, para el bolsillo de los padres, han tomado un vuelo importante. El festejo tan ansiado se nutre de las opciones que brindan las tendencias del consumo y la estética del agasajo.
El salón, sobre avenida Italia, llama la atención por unos grandes y coloridos pompones suspendidos de dos árboles, que contrastan con la construcción de una planta, original de los años 70’, totalmente reformada interiormente para optimizar la fluidez dentro de los espacios, propia de un agasajo. En el sector del jardín, los muros blancos facilitan la personalización de las ambientaciones, también para reuniones sociales y empresariales.
Crown se abrió camino en un servicio que podría compararse a sentirse “como en casa”, ofreciendo no solo la solución en cuanto a la organización de las tres horas de un cumpleaños infantil, sino lo distintivo de una decoración cálida, moderna y detallista. De esta forma, propone también el alquiler de accesorios decorativos que van de lo vintage a lo pop, de los colores pasteles a los más vivos, pasando por la decoración de todo tipo de detalles en base a la temática de un personaje o línea determinada.
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Los elementos decorativos que complementan el servicio de la comida, componen estéticamente gran parte del primer impacto de la mesa principal, que sin dudas en cualquier agasajo es la que se lleva todas las miradas. Los chicos la piden pomposa, con muchas golosinas, muñecos miniaturas, vajilla decorada, banderines, ruedas de papel, hasta se les ocurre poner su nombre en un pizarrón, los cup-cakes girando en una especie de mini rueda gigante, o un castillo en la mesa, por solo dar algunos ejemplos. Las creadoras de este original formato, junto a Mary Noel Sande, su mano derecha, debieron adaptar soluciones dando respuesta con diversos materiales a originales decoraciones.
La gran variedad en sus exhibidores resulta tan atractiva que lleva a dificultar la decisión, pues todos además tienen su utilidad y destaque dentro de la mesa, y los puntos focales de la decoración: soportes, pedestales, cúpulas, dispensadores, carameleras, juegos de té y café, vajilla descartable o de porcelana impresa, mantelería, compoteras, tazas y platos decorados, pop-ups (con diseños de castillos, carpitas, autos o dinosaurios), mucho de esto temático, clasificado por diseño o color. Los amantes de la composición coincidirán en la importancia de la primera impresión, antes de apreciar cada detalle en forma individual. El cotillón desde estilo romántico o colorprint, es lo que da el último toque a cualquier propuesta solicitada.
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Y la idea no paró aquí. Crown se posicionó como un espacio con los ambientes adecuados para festejos diversos, con capacidad para 70 personas además de 250 m2 de jardín. Los accesorios se ofrecen en calidad de alquiler dentro y fuera del salón, y la gran mayoría también para la venta, dando respuesta a un té con amigas en casa hasta un festejo de graduación en una barbacoa, con packs de elementos decorativos que pueden incluso planificarse desde la web.
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