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Pecana: INTERIORES generosos y femeninos

Fotos Tali KIMELMAN y Federika ODRIOZOLA

En Pecana, la cocina de Sofi Muñoz transmite su esencia: es abundante, generosa en detalles y femenina. La arquitecta Ana Faget junto a la licenciada Cecilia Faget, fundadoras del Estudio La mar en coche, buscaron que el local fuese fiel a esas premisas, pero a su vez lograron una atmósfera que resultara atractiva para el público heterogéneo de Pecana y que pudiera adaptarse al amplio horario comercial en el que funciona este restaurante-cafetería.
En este local ubicado en Punta Carretas sobre la calle Guipúzcoa, con 490 m2 distribuidos en tres plantas, las hermanas Faget en colaboración con la Arq. Victoria Muñoz (quien se ocupó de la arquitectura y dirección de obra), jugaron con el contraste de materiales (revestimientos cerámicos, madera, monolítico in situ, hierro), las líneas curvas y rectas,
y los colores blanco, rosa, madera y gris. Se procuró la versatilidad diseñando áreas de barra, mesas individuales y comunitarias, más área de living con sillones y hamacas. Se prestó especial atención al confort sonoro (logrado a través de paneles acústicos) para hacer de la estancia y del consumo una experiencia agradable y muy “cosy”, vinculada a la
calidez de las paletas. En Pecana la iluminación es suave, sin grandes contrastes ni invasiva, le otorgó el predominio a la luz natural en las horas del día.

 


Como obra nueva, incluyó desde la organización espacial general hasta el interiorismo en todas sus escalas. Dadas las dimensiones del local, fue posible pensar en sectores cómodos bien diferenciados. Los vestuarios, cámara de frío, depósito y demás instalaciones de servicio en el subsuelo; y en planta baja la gran cocina con áreas definidas de cocción, lavado y elaboración, una gran barra que contiene el área de expedición de bebidas, exhibición de dulces y la caja, además del salón comedor y baños para el público. En la planta alta se ubicaron otra área de salón comedor, baños y un espacio para clases de cocina, apuesta y valor agregado que la diferencian.

 

La gran mesada es de terrazo, llamado así por el tradicional monolítico que se usaba en el pavimento que rodeaba las casas en la Venecia del siglo XV.
Hoy, este material compuesto por trozos de piedra y sobrantes de mármol conglomerados en cemento, ha vuelto con una fuerza increíble. A la estética rústica del terrazo se suma la vajilla, haciendo de esta experiencia un viaje a tiempos pasados que nos lleva a recordar la cocina de nuestras abuelas. Los platos, tazas y jarras de loza en amarillos o verdes con el borde negro, retoman los pálidos colores que la modernidad de los neutros sustituyó. Por eso Muñoz en Pecana apostó a estos accesorios culinarios en chapa esmaltada, como
alternativa al teflón o al plástico que hacen a los detalles del comfort food (platos caseros presentados en piezas con sintonía estética). En conjunto, componen  una nueva tendencia en la cocina que mediáticos chefs han puesto de moda.

Los oros, aunque opacos, también han dicho presente en esta composición a través de una mampara divisoria en perfilería y vidrio. Las instalaciones vistas en los cielorrasos otorgan contemporaneidad junto a nuevas disposiciones y terminaciones a revestimientos y mobiliario, en particular al cerámico y a la madera, muy válidos para una estética contemporáneamente romántica.

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