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Cuando el concepto relata historias únicas
ESTUDIO TORO

Fotos en Mob, Maridaje y residencial | Federico GONZÁLEZ
Fotos retail y retratos | Juan Manuel BARBÉ

Lograr sin estridencias pertenecer al mundo del interiorismo, haber realizado posgrados y especializaciones, formar parte activa de estudios locales de arquitectura y diseño interior, ejercer roles específicos y cargos de responsabilidad -creativa y comercial- en firmas de mobiliario nacional con proyección internacional, incluso la gerencia de equipos de diseño contract de mobiliario e interiorismo con alcance local primero y regional después, y asumir que es fundamental prepararse en áreas totalmente dispares al diseño para trascender cabalmente en el interiorismo, son las facultades que hicieron que Ernesto Figueroa posicionara, en tan solo tres años, su estudio de arquitectura e interiorismo en Uruguay. Con sede en Punta Carretas (Montevideo), Estudio Toro es desde 2018 la amalgama perfecta para un grupo de seres apasionados y rotundamente abnegados a la solemnidad del interiorismo como estrategia selecta y customizada para mejorar la forma de vida de las personas. Este estudio lo viene realizando con la estética por medio y al cruce permanente con el porqué de cada detalle, y con cada historia que sus clientes han posibilitado que puedan ser contadas.

Ernesto Figueroa Grieco es arquitecto e interiorista. Este último título llegó tan solo a sus 23 años, egresando a los 32 de Facultad de Arquitectura (hoy FADU-UdelaR). Le siguieron especializaciones en espacio interior, cursos sobre diseño gastronómico y retail, y otros vinculados a áreas complementarias. “Algo que considero clave en mi formación es la especialización en Gerencia comercial realizada en la  Universidad Católica del Uruguay (UCU). Fue fundamental para poder, desde la óptica comercial, reflejar la arquitectura”, detalla convencido durante la charla y proyectando realizar un nuevo postgrado.

De 2004 a 2008 trabajó en estudios de arquitectura (los  últimos  dos años con la Int. Arq. Ma. Elena Salinas), luego hasta 2017 transcurrió su ejercicio profesional desde asistente  de  proyecto  a  gerente  comercial de  áreas  locales  e  internacionales  para la misma empresa.  Hoy dirige su propio estudio, en el que ejerce como proyectista –y por su expertiz como gerenciador nato- de un equipo de colaboradores, cada uno con una incidencia fundamental en el resultado final de cada obra realizada.

“Desde que comencé con la idea de formalizar el estudio se fueron sumando profesionales, y es en equipo que pensamos seguir creciendo”, es la  primera  aseveración  que  Figueroa  comparte  al  preguntarle  por la metodología de trabajo que imparten  cinco  personas  full-time  y varios profesionales que trabajan en modo freelance en distintas áreas (modeladores, dibujantes y asesores de disciplinas diversas). Lo acompañan en el estudio: Tec. Alicia Caraballo (Project Manager y encargada de obra), Arq. María José Milans (Proyecto Ejecutivo), Bach. Rodrigo Iglesias (Dpto. de Arquitectura) y el fotógrafo Juan Manuel Barbé (Dpto. de Contenidos, Marketing y Publicidad).

 

En cada proyecto creamos
un concepto
único, lo cuidamos,
y
hacemos que se traduzca en cada detalle.

 

Figueroa tuvo el privilegio de trabajar para la firma de Philippe Starck, diseñador industrial francés sinónimo inequívoco de contemporaneidad que por los años 90 le dio un nuevo viraje al concepto del diseño con un controversial formato: catapultó su imagen por delante de sus productos, convirtiendo en aspiración global algunos de ellos. También incursionó en proyectos de arquitectura, y en su desembarco en Uruguay (año 2010) invitó a Figueroa para formar parte del desarrollo de departamentos de lujo en Yoo, torre que lleva el sello Starck en Punta del Este, además de proponerle su incorporación en proyectos de hotelería para Puerto Vallarta y Porto Alegre (para el interiorismo de los departamentos deluxe). El arquitecto recuerda la incomparable experiencia que esto significó para su carrera,  y  la  posibilidad  que  le  otorgó  investigar sobre los diseñadores latinoamericanos para sumar su talento en estos destinos de la cadena hotelera reconocida internacionalmente,  que Starck trazó como consigna en los interiores de estos edificios. Una oportunidad que solo una vez toca a la puerta, fue tomada por Ernesto en paralelo a su cargo como Project Manager y gerente regional de una empresa uruguaya que abordó el diseño interior de más de 20 hoteles en Uruguay y algunos en el exterior. Así llegaron los viajes, recorrió Nueva York, Londres y San Pablo, con la inspiración en las  ferias  de Milán como punto de partida para la ejecución del equipamiento de varios hoteles de las cadenas Sofitel y Hilton en Guangzhou (China).

 

 

Título en mano, pero aún con la humildad de un curioso aprendiz, en 2011 costeó su viaje a Amsterdam para aplicar como pasante en Moooi, conglomerado  de  diseñadores  que  bajo   su   filosofía   embanderada por la sofisticación  del  diseño  de  producto,  genera  colecciones  con el perfil  de  una  marca  legendaria  de  máximo  refinamiento  en  áreas de mobiliario y accesorios para la casa, moda, fragancias y belleza, selectivos productos (en contenido y presentación) que afianzan a talentos emergentes y diseñadores  reconocidos  internacionalmente. Esta experiencia  constituyó  un  vasto  caudal  de  conocimiento  para este inquieto ariano de ascendencia paterna gallega y sangre materna italiana, pero también, lo  fue  el  hecho  de  incorporar  en  la  praxis  de su currícula áreas tan específicas como la construcción del  mueble  a gran escala, temática en la que profundizó como parte del trabajo al que había sido encomendado en sus viajes a Beijing, Hong Kong, Shanghai y Guangzhou. En esta última ciudad residió por algunos meses para desarrollar parte del equipamiento del Hotel Casino Carrasco de cara a su reapertura en 2012 como vestigio edicilio y social de la edad de oro montevideana. “Cuando me interné en la cultura asiática descubrí que tanto la variedad de materiales como las formas de ejecución que existen en ese tipo de mercados es maravillosa”, recuerda tras haber vuelto varias veces a China por trabajo y a visitar amigos que sembró en esa inolvidable etapa de su vida. Hoy mantiene el perfil bajo, pero rebosante  de  orgullo  agrega:  “aprendí  en  varias  firmas  europeas cómo es que verdaderamente se construye un acabado perfecto, cómo dialogan los materiales y las texturas, y en particular en Moooi sobre los procesos creativos, el desarrollo de las ideas fuerza, y la categorización de los estilos”.

¿Cuáles fueron las metas iniciales al formar el estudio?
Viajar tanto, y trabajar tanto sobre todo, me llevaron a recibirme más tarde de lo habitual. La mayoría de mi carrera la hice  estudiando mientras viajaba y rindiendo los exámenes en los períodos que me encontraba en Montevideo. El último año decidí tomármelo para pensar qué  rumbo  quería  tomar  profesionalmente,  si  estudiar  en  el  exterior o instalarme por un tiempo en Uruguay. Recuerdo  estar  ultimando tickets de avión para irme y recibir la llamada de una amiga del exterior para proponerme trabajar en conjunto en un proyecto  gastronómico (The Lab Coffee), “necesitamos darle un vuelco a este local” me dijo. En paralelo, me contactaron personas también del exterior consultándome si ya tenía abierto mi estudio, solicitando mi asesoramiento para su proyecto residencial. Fue todo super rápido, decidí quedarme y a partir de ahí trabajé sin parar hasta ahora

¿Qué cambios en el rumbo del diseño a nivel mundial (o local) te permitieron descubrir nuevos formatos y servicios para ofrecer?
No tomamos mucho en cuenta lo que pasa a nivel  local,  somos  un estudio de perfil bastante bajo  y  nos  focalizamos  en  el  desarrollo  de los proyectos en los que se nos convoca. Entendemos que hay varios colegas que hacen un trabajo genial en esta línea de importar formatos, pero nuestra meta es superarnos en cada uno de los proyectos día a día, haciendo foco en los procesos, en la metodología de trabajo, en el análisis de los resultados, y en nuestras reuniones semanales de equipo, vitales para detectar dónde fallamos y qué proceso podríamos mejorar o cambiar.

A nivel internacional hay estudios que seguimos un poco más de cerca, sobre todo porque funcionan en países donde a mayor población es mayor la variedad y especificidad en el área de trabajo a la que se dedican. En Uruguay, la mayoría de los estudios hacen de todo, nosotros intentamos focalizarnos en dos o tres áreas a la vez, estudiando el proceso y teniendo mayor know how, para adquirir una verdadera idoneidad en los rubros a los que nos dedicamos: residencial, gastronómico y retail.

Desde aquellos primeros encargos a los más recientes ¿qué aspectos o coyunturas sociales en el habitar considerás que acompañaron esta transición? ¿Cuál es el perfil de cliente para el que trabaja el estudio en el área residencial?
Si viéramos nuestro trabajo desde afuera y a simple vista, parecen dos mundos opuestos: por un lado lo comercial y por otro  lo  residencial. Pero para nosotros tienen un gran punto en común, que es el concepto. Primero entendemos que tiene que haber un concepto, y luego abordamos el proyecto. ¿A qué nos referimos? Abordar un proyecto desde el área residencial implica un conocimiento del usuario, el cómo vive y cómo utiliza el espacio. Si tiene familia, hijos, o es un chico soltero que quiere disfrutar del buen diseño. En el área residencial nos introducimos en la vida de nuestros clientes, y ellos disfrutan tanto como nosotros el proceso.

En el caso del diseño retail, abordamos las obras analizándolas desde el público objetivo al que apuntan hasta la experiencia que la marca quiere transmitir cuando el usuario ingresa, y en cierta forma, se apropia del lugar. En una de nuestras últimas obras, queríamos que el usuario se sintiera en España, que viviera una verdadera experiencia madrileña. Hicimos entonces un estudio previo de varios locales de Madrid, investigamos cómo trabajaban los azulejos, cómo los hacían y qué colores usaban. Sentimos que el resultado fue nuestro pequeño homenaje a varias tabernas madrileñas.

 

Branding con espíritu madrileño

Plaza de Chueca es una plaza madrileña en honor a Federico Chueca, compositor español autor de La Gran Vía (1886), y fue el nombre que dio origen en 2021 a este emprendimiento gastronómico montevideano en la intersección de las calles Maldonado y Pablo de María (en plena Zona Diseño), como parte de una cadena que cuenta con otros locales en la ciudad. El principal desafío de este establecimiento, dispuesto en 100 m2 en una planta, fue estudiar con exactitud los procesos constructivos y el estilo de la época, incorporando parámetros alusivos a una época y estilo particular en la totalidad del proyecto mediante la ejecución artesanal de varios componentes decorativos con mano de obra uruguaya.

Con esta obra, Estudio Toro homenajeó fielmente a las tabernas madrileñas con la incorporación de un mural totalmente pintado a mano en un sector de la fachada (en esquina y muy bien resuelta). En relación al funcionamiento interno de la cocina la propuesta contemplaba el análisis, diseño y ejecución del sistema de elaboración de la comida (extracción, equipos de aire acondicionado, campana industrial, horno, entre otros)

Para resaltar la entrada principal se cambió la puerta original del local por una de madera de Pinotea (de demolición), restaurada a nuevo con lustre oscuro y terminación nogal, sustituyendo el herraje de apertura por un gran manotón de bronce brillante (diseño que por ejemplo fue plantillado y ejecutado a medida) que personaliza tan luego la bienvenida al local. Para reforzar el branding de la firma, sin perder de vista la delicadeza y estilo de su logo, se incluyó tipografía y grafismos en los paños fijos a ambos lados de la puerta, también acorde a la impronta de cantina española que se quiso representar.

“Recuerdo la rapidez en la ejecución de este local. Teníamos murales exteriores con 200 piezas distintas o más, y muchas durante el proceso, se caían y rompían… teníamos que lograr que los artesanos duplicaran la pieza exacta en tiempo récord. Disfrutamos mucho de la obra, además había muchos vecinos que estaban muy expectantes, nos llegaron  a gritar, ‘¡Están transformando el  barriooooo!’.  Muy  cerca  al  local,  vive un señor mayor que es músico y viajó por todo el mundo, varias veces en la obra salíamos a charlar con él, y siempre tenía una anécdota nueva. Fue muy divertido”, cuenta Figueroa.

 

El interiorismo residencial fue de orden abordarlo y lo comercial vino por añadidura.. ¿o al revés?
Mi mayor experiencia siempre fue en dos ámbitos: residencial  y hotelería. En retail me especialicé mientras  transcurría  el  primer  año del estudio,  no  solamente  tomando  cursos  de  arquitectura  gastronómica y retail sino aprendiendo con los que realmente saben, los maestros cocineros, los baristas, los cheffs, etc. Diría que vinieron ambas a la vez.

A diferencia del diseño residencial ¿qué parámetro se intenta transmitir en el abordaje espacial de un proyecto retail?
El concepto de marca. Nosotros no  buscamos  hacer  un  lugar  que “quede lindo”, buscamos que nuestro cliente pueda ofrecer su producto mediante la arquitectura, desde una experiencia aislada hasta la fidelización de su público objetivo. Desde el ingreso al local intentamos que se entienda cual es el producto que se ofrece, sin siquiera tener la carta en mano o visualizar la señalética del local comercial, y mucho menos replicar formatos de diseño por compartir el mismo giro: la marisqueria El Italiano (en Buceo) y la Cantina Asiática (en el Prado) son dos proyectos realizados casi en el mismo tiempo, con conceptos opuestos porque apuntan a públicos totalmente diferentes.

 

Estudio Toro se define como “Arquitectura, interiorismo y branding”. ¿Cuál es el punto en común de dos disciplinas de diseño con la identidad de una marca? ¿interiorismo o arquitectura de interiores?
Creo que ambas disciplinas son parte de la  identidad  de  una  marca. Cada vez más los empresarios constatan que para que su marca tenga identidad tienen que abarcar todos los frentes de un proyecto: desde la experiencia como consumidor a la exhibición  del  producto.  Cada  día más (sobre todo con la situación actual), el usuario esta acostumbrado a consumir de forma online. Hoy buscamos que los locales transmitan una identidad propia.

 

¿Cómo desde la visión corporativa y/o necesidad comercial de una  empresa  gastronómica  el  proceso de diseño y la ejecución materializan elementos en el espacio que exceden al diseño del local propiamente dicho?
Nosotros trabajamos mano a mano con el cliente en la acústica, la iluminación, los aromas, las tramas y  texturas,  muralismo  y  lettering, los contrastes, los elementos disparadores y los ejes temáticos. Desde el desarrollo del proyecto a  nivel  estético,  trabajamos  además  con un equipo multidisciplinario que colabora en cada una  de  nuestras obras, ejemplo diseñadores gráficos, diseñadores de producto, artistas callejeros, pintores de letras, etc. De esta forma, orfebres y artesanos en iluminación restauraron luminarias con más de 70 años de antigüedad para The Lab Coffee, por ejemplo. Siempre sumamos gente al equipo, el secreto es tener un equipo sólido.

 

Disfrutamos haciendo
lo que más nos gusta, crear.
No importamos muebles,
los hacemos.

 

Contrastes en el neutro

Se trata  de  una  reforma  en  un  apartamento  de  200  m2.  en  la  zona de Pinares de Playa Mansa (Punta del Este, Maldonado), donde conceptualmente  se  buscaron concebir  espacios   que   amplificaran la  luz  con  una  gran  formalización  contemporánea.  En   2020   esta obra fue abordada  como  una  reforma  total  reformulando  espacios para optimizar ambientes como la cocina y el patio anexo, baños y vestidor, sala y dormitoros. Todos conformaron los puntos destacados en la transformación hasta el más mínimo accesorio, salvo potronas, alfombras y accesorios, todas las piezas del interiorismo  fueron diseñadas en el estudio.

“A través de una paleta neutra de tonos claros contribuímos a reflejar la luz natural al interior de los espacios. Dentro de los ambientes que más disfrutamos proyectar están la suite principal y la cocina”, resalta Figueroa detallando  la  laca  blanca  de  alto  brillo  y  la  placa  Roble moro como superficies protagonistas en sí mismas (mesada y trasera realizada en Neolith Calacatta gold). El foco estuvo  puesto  en  un objetivo principal: integrar la vista del departamento al equipamiento, que con gestos de contraste en la pared de la biblioteca y detalles en el mobiliario, se refuerza esa intención y el concepto nuevamente es el ganador.

 

Trabajar en condiciones extremas de plazos es para los arquitectos moneda corriente. Para Estudio Toro cumplir con  los  tiempos estipulados por el cliente resultan instancias tan desafiantes como irrepetibles, y algunas distan bastante de la semblanza en las fotos de los integrantes del equipo que ilustran esta nota, sino por el contrario, calzado de obra, plano en mano y polvo por donde se mire, les tocó en esta obra dirigir una suerte de tropa de 18 personas en la finalización de la misma. Los detalles debían culminarse en un día, era un apartamento con un estricto reglamento de copropiedad que indicaba un reducido horario para “hacer ruido”. El proyecto duró semanas, pero en el día debía intervenirse y terminarse.

Las anécdotas tragicómicas de esta reforma de temporada hoy el equipo Toro disfruta rememorándolo:  “teníamos  todo  coordinado  para  que  a la señal de “¡¡ahora!!” comenzara toda la ejecución a la vez: albañiles, electricistas,  proveedores  de  mármoles    y    carpintería,    colocadores de cortinas, fleteros, sanitarios, etc. Disponíamos   de   solo   una   hora para taladros y martillos entre muebles enfundados y accesorios aún embalados, prontos para tomar su lugar, fue súper loco ¡pero pudimos lograrlo! No menor fue el detalle de la marmolería que tenía que colocar los estantes volados de la cocina  luego  de  perforar,  logramos  que  el equipo de Laviere tomara  desde  Manantiales  a  Pinares  solo  10  minutos en llegar y terminar antes de la hora estipulada”,  relata  Ernesto  (entre risas) con el desparpajo de un final de obra por demás anecdótico, cuyas imágenes son  testigo  del  resultado,  espacios  que  gozan  finalmente  de una gran calma y todo está en su lugar.

En un local gastronómico ya no solo la comida es lo que cuenta. ¿Cuáles son los requisitos del usuario que consume propuestas innovadoras de gastronomía montevideana?
En Uruguay, ha ido en aumento la cantidad  de  personas  que  buscan vivir una experiencia completa a nivel gastronómico. No obstante, creo que aún no es suficiente para que el diseño tome mayor vuelo. Basta con cruzar la vecina orilla para ver proyectos estética y vivencialmente acabados, sobre todo pensando que es un público aún más exigente. Sin embargo, podemos decir que han sido varios los clientes innovadores que buscaron trabajar con nosotros en ese cambio.

¿Cuándo visualizan la historia que debe contar un producto gastronómico para que la definición del diseño esté a la altura de lo que ofrece?
Desde la primera reunión de proyecto. Allí solicitamos a los desarrolladores  del  proyecto   gastronómico   dos   cosas   importantes: el menú y una reunión con el jefe de cocina. Luego comenzamos  a trabajar en conjunto, si es una marca existente analizando fortalezas y minimizando debilidades existentes. Si es una nueva, trabajamos juntos en el concepto.

Persiguen un “concepto único” para cada obra.. un chef, un ceramista y un paisajista pasan a ser aportes vitales ¿Cómo se traduce esta colaboración en el resultado final?
Creemos que esa colaboración se traduce  de  forma  óptima  cuando todos los que participan en el proceso disfrutan el proyecto, desde el manager del local comercial hasta  el  usuario  que  vive  la  experiencia. En más de una oportunidad, ha sido muy gratificante visitar un local funcionando luego de terminada la obra, y al charlar con los comensales -los esporádicos o los que concurren regularmente- nos cuentan lo empático que aprecian del lugar. Ahí es cuando nos damos cuenta que el resultado final era el que buscábamos.

 

¿Cómo surge la especialización en espacios gastronómicos? El trabajo en dos frentes: la atención al público y sector de elaboración ¿cómo conviven?
Realizamos el proyecto integral, ya que en la mayoría de los locales gastronómicos realizamos la planta de cocina con el planteo de los diferentes componentes para la elaboración. Es clave para esto el conocimiento previo de la propuesta gastronómica, ya que las cocinas cuentan con varios requerimientos que van desde lo ergonómico, la practicidad, la protección de las superficies, las normativas actuales, la circulación, entre otros. Para nosotros es fundamental interiorizarnos hasta con el proceso de cocción, y por supuesto con las necesidades de cada uno de los implicados en la creación de los platos o tragos. No es lo mismo una cervecería, que un bar de vinos, o una cafetería, en este sentido hemos abordado diferenciadamente locales como  The  Lab Coffee Roasters (Punta Carretas 250 m2.), Plaza de Chueca (locales Soho, Mercado Prado y Mercado Williman), Maridaje  (Sinergia Design 50 m2.), Marisquería El Italiano (locales Mercado Williman, Mercado El inmigrante y Costa de Oro 400 m2.), Cervecería MOB (Prado 350 m2.), Cantina asiáticaLa Raclettería y Reina Crepa (en Mercado Prado).

En torno a los locales gastronómicos que recientemente se han visto interceptados por normativas impensadas ¿qué reflexión les merece? ¿Qué valor cobró el espacio exterior?
Con la situación actual el espacio exterior pasó a tener indiscutida prioridad, trabajar en espacios abiertos y con buena ventilación son necesarios para el personal, como también tener la chance de consumir al aire libre es la diferencia para fidelizar y lograr que  el  usuario continue concurriendo a una propuesta gastronómica. Como equipo pensamos que el vínculo con el espacio exterior contribuye a un nuevo lenguaje a escala urbana. La incorporación de equipamiento novedoso, con identidad, contribuye a una ciudad más cuidada. Creemos que este es un nuevo valor agregado que trajo la pandemia, y que seguramente quede instalado de ahora en más.

¿Qué significa para Toro el detalle en el conjunto?
Valoramos  enormemente  la  mano  de  obra  local.  El  detalle  es  todo. La definición y tratamiento del detalle es lo que hace al estudio, es entender cada parte del proceso de ejecución de obra, cómo conviven los distintos materiales,  cómo  funciona  la  madera  según  el  corte, hasta dónde puede llegarse con un sistema constructivo como el Steel Framing, o cómo podemos trabajar el acero corten con una mirada estética, introducirnos en los procesos de oxidación del hierro o en las posibilidades de terminación de un metal, por ejemplo. El conocimiento de los materiales y su ejecución hacen al detalle.

¿En qué áreas profesionales radica la mayor fortaleza del estudio actualmente? ¿Cómo convive lo ejecutivo con lo creativo?
Consideramos que lo ejecutivo hace que lo creativo se logre. Conviven al 100%. Como fortaleza entendemos que el trabajo en equipo, y la finalización de los proyectos es una fortaleza. Es tan  importante  el último 5% del trabajo como el primer 95%.

 

 

¿Cuál es el equilibrio entre el sello del estudio y el resultado a medida para cada cliente?
Personalmente, vemos que el “sello propio” es un planteo un tanto egoísta, y hasta un poco obsoleto. Nosotros no buscamos que todas nuestras obras tengan  ese  común  denominador  de  identificarse  por un lenguaje arquitectónico o compositivo. Nuestro sello es poder interpretar  las  necesidades  de  cada  obra,  es  el  análisis  de  la  misma y poder personalizar con identidad cada proyecto. El cuidado en la ejecución, la respuesta rápida a los clientes, el trabajo en conjunto, ese es nuestro sello.

¿Qué lugar ocupa el arte en sus proyectos?
Creemos que el espacio es una pieza de arte en sí misma. Y valoramos toda expresión de arte en nuestros proyectos.

 

Contract, sistematización y management

La actividad profesional de Estudio Toro está centrada en la elaboración de proyectos residenciales, de retail y gastronomía, en  busca  de potenciar el espacio a través de soluciones en arquitectura, interiorismo y branding. Partiendo de la idea de que la arquitectura debe contar historias, crear sensaciones y rememorar una experiencia en el espacio, solo caben así proyectos con alma, y por eso el resultado son ambientes que evocan emociones mediante  un  lenguaje  actual,  divertido  y sensato, que mantiene el equilibrio entre la funcionalidad, el diseño y la innovación.

No quedan dudas de la especialidad de este estudio: el diseño a medida que valora el producto finamente acabado en todas y cada una de las tres áreas de acción: Architecture & Interior Design, Retail Design, Interior Design Management. ¿El punto el común entre ellas? El enfoque 360º, las líneas contemporáneas de diseño, la calidad del espacio y de los materiales y terminaciones propias de cada proyecto. “No nos quedamos en el proyecto, sino que nos gusta involucrarnos de principio a fin, abarcando arquitectura, diseño de interiores y decoración en paralelo, y si es necesario, sugerimos e intercambiamos lineamientos en áreas de publicidad, ventas y definición del producto, que retroalimentan sobre todo los espacios comerciales”, describe Figueroa.

 

¿Dónde proyecta ubicarse Toro en 10 años, pandemia y Nueva Normalidad mediante?
Con esta Nueva Normalidad, es un poco difícil visualizar claramente donde estaremos en diez años. Dentro de mi perspectiva como director, mi búsqueda es tener un equipo feliz, que disfrute el trabajo y la materialización de nuestros proyectos. Hoy en día el trabajo en equipo va de la mano con el crecimiento profesional. Buscamos que Toro sea además de un estudio, una experiencia enriquecedora, de aprendizaje y formación. En diez años me gustaría estar trabajando bastante a escala internacional.

 

Marcan una clara tendencia por diseñar y ejecutar muebles a medida. ¿Cuáles son los nombres del diseño internacional que inspiran sus creaciones?
Dentro de las marcas internacionales que tenemos como referentes, podemos resaltar varias, hasta por país. Nos interesan marcas italianas como Molteni, Living Divani, Moroso, Cassina, De Padova, Flos, Gallotti & Radice. Personalmente, sigo mucho el trabajo de algunos estudios de New York como Studio Twenty Seven, Meyer Davis o Estudio Persona. Desde la arquitectura Herzog & de Meuron, Sejima, Mathias Klotz, Alexander Nerovnya, Diego Arraigada. También nos gusta mucho el trabajo  de  diseñadores  clásicos  como  Serge  Mouille,  Pierre  Jeanerret o también el de moda Michael Annastasiades. Me conmueve el diseño africano, el mejicano (de Joel Escalona por ejemplo) y el brasilero como Sergio Rodrigues, Zanini De Zanine, Carlos Motta o Claudia  Morella Salles.

Los acabados perfectos lucen como tal a través de la “fotografía de autor” como forma de registro al finalizar la obra y el estilismo como vehículo indiscutido  para  coronar  una  intención  de  proyecto  en  la  captura  de un instante. ¿Cuánto tuvieron que transitar para apostar a este recurso como medio válido en los tiempos que corren para mostrar cada intención de diseño?
Creemos que debemos cuidar todos los frentes que hacen  a  nuestra obra. En nuestro portfolio digital y en las redes sociales, puede verse que desde el inicio de nuestro trabajo incorporamos la fotografía como algo clave, creemos que esto nos identifica y diferencia.

 

Nuestros clientes del área residencial
disfrutan tanto el proceso como nosotros.

 

Hay algunos puntos que el arquitecto destina consistentes horas a diario porque lo considera fundamental.  Por  un  lado,  la  sistematización  de los procesos internos de trabajo, los protocolos por etapas,  el  rol  de cada integrante como parte del equipo, la incursión en herramientas digitales de gestión de proyectos, incluso un protocolo interno de seguimiento, redundan en un sentido de extrema organización y se traduce en el equipo formado. Por otro, sobrado de talento y expertiz en proyectos contract (llamada así a la cadena de valor que da respuesta global y especializada a productos y servicios de diseño), le permiten desarrollar el concepto Interior Design Management,  aplicado  a hotelería y cadenas gastronómicas, enfocando el servicio de ejecución a gran escala de equipamiento, esquema que otorga la posibilidad además de producir el proyecto íntegramente en talleres nacionales y también internacionales, al punto de lograr para el cliente una optimización absoluta de costos por el vínculo directo con el proveedor, como parte del asesoramiento integral que brinda  el  estudio.  Actualmente  Toro está plasmando este abordaje en dos proyectos nacionales.

Desde aquella primera obra gastronómica que encendió la  luz  verde para sumergirse en el  interiorismo  comercial,  se  sucedieron  cambios de escenarios a través de las oportunidades y virajes del diseño a nivel mundial que le permitieron a Ernesto Figueroa descubrir nuevos formatos y servicios en áreas específicas. Ofrecer a los empresarios uruguayos que sus propuestas gastronómicas trasciendan con su diseño -además del plato que sirven- es claramente  el  enfoque  relevente  de una nueva generación de diseñadores, preocupados por transmitir un concepto además de traducirlo en el espacio. ■

 

www.toro.com.uy

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