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El SOFÁ Chester: un clásico atemporal

Seguro que todos han visto alguna vez esta pieza de mobiliario clásica y única, que aporta elegancia y distinción donde se la ubique. Un diseño tradicional inglés que se destaca por su tapizado de cuero y un respaldo bajo y capitoneado, que sin lugar a dudas, lo ha convertido en un clásico del diseño de interiores. 

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Es una pieza tan versátil que nos permite adaptarla a cualquier estilo deco y a cualquier espacio, ya sea desde un estilo vintage a uno industrial, desde un living de una casa a una sala de espera. Debe ir siempre acompañado de almohadones, los cuales nos permiten jugar entre diferentes colores y texturas dándole el toque más moderno o más clásico que estemos buscando. Si bien a simple vista pareciera un poco rígido, este sofá es amplio y uno de los más cómodos, y la razón de su comodidad está dada justamente por su historia.


Pinterest/VadaLM – Conde de Chesterfield Philip Stanhope (Fuente: Wikipedia)

Hagamos un poco de historia

El sofá Chester le debe su nombre al Conde de Chesterfield Lord Philip Stanhope de Inglaterra y su creación data de finales del Siglo XVIII. Este señor, reconocido escritor y político de la más alta aristocracia inglesa, casi sin pensarlo dio origen a uno de los muebles más distinguidos de todos los tiempos.

Cuenta la historia que deseaba un sofá confortable para recibir a sus invitados y que además no arrugara la tela de los trajes de los caballeros y las damas de la alta sociedad, es por eso que le pidió a su ebanista que lo creara. No era nada agradable ver a hombres y mujeres vestidos de etiqueta encorvados deslizándose de a poco por el respaldo luego de un rato de estar sentados.

Es así como luego de varios intentos fallidos, se creó un sofá de cuero donde el respaldo y los reposabrazos redondeados estaban a la misma altura evitando de este modo malas posturas y manteniendo la pose acorde al status social. El estilo capitoneado fue una innovación en el diseño otorgando desde ese entonces, distinción a la clase alta inglesa. Fue así que se lo empezó a ver en los selectos clubs sociales masculinos londinenses de la época y en la decoración de bibliotecas y despachos de la alta sociedad.

Es importante destacar que este diseño del Chesterfield sufrió alguna modificación durante el reinado de Victoria quien incluso tenía sus propias versiones en el castillo con tapizados de tela a cuadros. Finalmente, la clase media se apoderó de la tendencia, reconociendo su versatilidad y apariencia de alta gama que resistiría la prueba del tiempo.

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¿Qué podemos encontrar hoy?

Actualmente continúa siendo tendencia y es un must en el diseño contemporáneo adaptable a cualquier estilo. Ya no solo se fabrica en cuero, sino también lo vemos en terciopelo, pero no es casualidad que ambas telas produzcan la distinción deseada desde su creación.

Dependiendo en qué lugar lo ubiquemos encontraremos varios colores, desde la diferente gama de marrones y negro que nos ofrece el cuero, hasta los colores más brillantes y candentes como el amarillo, rojo, verde o azul.

Es difícil imaginarse un Chesterfield amarillo pero es una pieza tan adaptable que no pierde su distinción, sin importar el color que se elija para su tapizado. Es muy común encontrarlos en bares o restaurantes como espacio de espera apto para compartir unos tragos mientras se desocupa alguna mesa.

No hay duda que es una pieza emblemática que nos deja atónitos cada vez que la encontramos. Su precio no es nada económico, pero son aquellos muebles “para toda la vida” que van pasando de generación en generación, convirtiéndose en testigos de cada una de las historias allí contadas. Incluso, actualmente es tan común verlo en un espacio residencial, tanto como en uno corporativo o de retail, apelando a la contundencia de su perfil que hace prescindir de otras piezas protagonistas.

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