Maestro del impresionismo, alma de paisajista…
Sin duda en Giverny, Claude Monet utilizó al paisaje como lienzo para desplegar su genialidad pictórica, convirtiendo al jardín en su obra viva. Al recorrerlo, se respira la misma sensación de fluidez, armonía, y relajación que se experimenta al observar sus pinturas. Giverny, a tan solo 75 kilómetros de París, se convierte en un lugar indiscutible a visitar. Vivir la experiencia allí es única e intransferible.