El Palacio Borromeo y sus jardines, fueron construidos a pedido de Carlos III Borromeo para agasajar a su esposa Isabella D¨Adda. Construido en Isola Bella, una de las islas del conjunto llamado Islas Borromeo del Lago Maggiore, Lombardía (Italia). Se encuentra a tan solo 400 metros de la ciudad de Stresa, es para muchos «la perla del Jónico» y para otros una visita obligada para admirar en persona tan solo el encanto italiano plasmado en sus jardines, planificados por el milanés Angelo Crivelli (1658-1730). Su planteo contemplaba una distribución espectacular de la vegetación, las fuentes y caminos que recorren este sitio, sin embargo, el proyecto no pudo ser terminado porque una plaga azotó el Ducado de Milán, forzando a detener las obras. Finalmente años después, el arquitecto Carlo Fontana tuvo a cargo la ejecución final.
Mitología, arquitectura y paisaje se conjugan en esta isla suspendida en las aguas del Lago Maggiore. Testigo viviente, a lo largo del tiempo, de personas y personajes de la historia que se han dado cita en el palacio con fines sociales, políticos y comercia
El lugar exuda aire de aristocracia donde los pavos reales albinos se pasean por los jardines custodiados por Zeus y otros dioses motológicos que contemplan inmóviles desde las alturas, desde hace 400 años. El epicentro del jardín está compuesto por una suerte de jardín piramidal de 10 terrazas superpuestas, rodeadas de pequeñas áreas temáticas que se conectan a través de sendas que atraviesan los diferentes sectores. Es así que al circular vamos descubriendo espacios con laberintos, otros con fuentes, sendas con naranjos topiados y pequeñas áreas abiertas, donde las visuales se amplían dejando ver la majestuosidad de la composición en su máxima expresión.
