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La INTUICIÓN es mi faro
XIMENA TORRES

Fotos Chino PAZOS
Entrevista Elisa IZAGUIRRE

Food designer, empresaria, emprendedora, mamá, esposa, hija y personaje público son sólo algunos de los roles en la vida de esta conocida cocinera que se ha ganado un espacio en el mundo gastronómico uruguayo, al tiempo que se ha convertido en un referente para muchas mujeres que, como ella, se desenvuelven en un mundo muy dinámico donde se es y se disfruta de ser/hacer varias cosas en simultáneo.

Su feliz maternidad baña de frescura el último piso del edificio donde vive, con salida a una terraza donde pasan muchas cosas.

Allí, su hijo da sus primeros pasos sobre una carpeta de césped artificial; en un camastro le enseña el sonido de las cuerdas en la única guitarra que hay en la casa -que es de ella- y está al alcance de todos. El living fusiona diferentes épocas, muebles pensados y comprados, otros pedidos o apropiados de sus antepasados.
Detrás de la mesa auxiliar asoma una foto de Paul Bocuse, cocinero referente de la culinaria francesa, él mismo se la regaló autografiada al finalizar una clínica de cocina que tomó Ximena en su escuela.

 

 

El hábito de salir de la zona de confort
“Soy por naturaleza hacedora, me gusta hacer. Todo lo que tiene que ver con mi vida desde mi comida, mis muebles y mi casa tienen mucho de mí. Ser quien lo hace, ser quien lo diseña, ser quien lo crea. Cuando nos mudamos acá, hace 5 o 6 meses, fue una linda oportunidad para crear”. Así nos trasmite Ximena esa energía creadora y creativa que se deja ver en todos los roles y detalles de su vida.
Asiente, “son muchos roles, sí, y yo soy de las que cree que nadie se define por un solo aspecto de su vida, sea un rol o un título. Me gusta vivir para lograr la mejor versión de mi misma. Soy cocinera, soy sommelier, soy licenciada en comunicación, soy hija, soy madre, soy esposa: soy Xime” resume categóricamente, y nos cuenta que desde chiquita siempre le gustó salirse de su zona de confort para buscar nuevas experiencias, momentos y desafíos. Aún en su empresa, La Dulcería, todo el tiempo está creando productos nuevos o desarrollando algo diferente.
“Soy obsesiva con el cuidado, con la limpieza, con la perfección del producto, y así lo vivo, tanto en mi negocio como en mi casa”. Cree firmemente que el cocinero o el gastronómico que no es obsesivo nunca va a ser exitoso, “porque estás hablando de comida, de goce, de deleite, pero también estás hablando de salud. Estás creando cosas que las personas se van a llevar a su cuerpo”. Dice que la obsesión por la perfección y por la higiene es compañía inseparable del éxito en la gastronomía. En su casa también le gusta tener las cosas en orden, “porque también mentalmente es lindo para mí, no quita que remodele permanentemente, que cambie cosas de lugar. Es algo que tiene que ver con mi espíritu inquieto, está alimentado por eso también. Puedo pasear una lámpara del cuarto al estar y viceversa, y es entretenido hacerlo.”
La Dulcería de Xime, es de alguna manera una extensión de su hogar, las cosas con las que recibe a sus clientes, son las mismas con las que recibe a sus invitados en su casa. Cree que mucho del éxito de sus locales radica en llevar detalles de su personalidad al servicio y a los productos que ofrece.
Ahora por ejemplo, con la excusa de las fiestas navideñas, las velas con aromas a jazmín o vainilla fueron parte de la oferta de productos de La Dulcería, el mismo tipo de velas que ocupan rincones de su hogar y que los clientes se pueden llevar a casa para aromatizar ambientes o decorar sus mesas en ocasiones especiales.

 

 

La música está en el aire
La música ocupa un lugar muy importante en su vida. Desde mucho antes de conocer a su marido, (el músico Max Capote), “siempre fui musiquera” cuenta Xime. Sobre su relación de pareja relata: “la primera cosa que nos unió fue tener las mismas bandas de referencia. Somos “beatleros” a morir, amamos a los Beach Boys, amamos la música de los años 60. Y la segunda cosa que nos unió fue la comida. Él es muy hedonista además, ama sentarse a comer algo rico, nos gusta la inversión en comida y hoy en casa las dos cosas van súper de la mano. Estar con el bebé cocinando y los lunes por ejemplo tener una costumbre que tomamos de una tradición peruana de hacer lentejas para la abundancia. Mientras yo estoy cocinando, escuchamos música en vinilos en el tocadiscos. Sólo escuchamos música en vinilos y mientras hacemos esta actividad en familia están sonando los Beatles, Buddy Holly, Los Plateros… Está Jacinto por ahí sentado en su sillita y yo cocinando. Ese es un poco nuestro micro mundo, y me encanta, es un ambiente que sea crea muy naturalmente, aunque de por sí yo sea muy fanática de crear momentos, ambientes y experiencias. Mi vida está como que muy hecha de eso, de momentos, de vivir el presente con alegría.” Con estas anécdotas de su vida cotidiana, más el diseño de los ambientes que habita, Ximena Torres nos adentra en su mundo y en su forma de vivir la vida.

 

 

Es ferviente admiradora de las diferentes tonalidades de dorado con que puede revitalizar viejos accesorios, metálicos o no. Por la voracidad de sus tiempos, no pretende incursionar en la técnica del dorado a la hoja ni un baño de latón-cobre, sino que con gran frescura e inventiva lo resuelvecon un spray tonalidad “pintura oro” con cierto brillo pero que al aplicarlo mantiene la opacidad.

 

Pasa de todo en la mesada, superficie testigo de innovadoras recetas y también de papillas para su hijo. La cocina fue lo que más intervino al mudarse, es un espacio donde a pesar de su área reducida, perfectamente conviven dos sectores: el de elaboración delimitada por una mesada en U de Silestone by Cosentino (textura Aluminio Nube suministrada e instalada por Aníbal Abbate) y el sector de comedor ambientado con un papel exclusivo de AS Creation diseño Fénix Verde (adquirido en Sophie Empapelados).
El pan dulce de chispas de chocolate con nueces y los budines navideños son las características delicias festivas de La Dulcería, que en su casa se tornan especiales, además, por la decoración en su mesa, con vajilla antigua, frutas y flores frescas.

El personaje público
Precisamente, como persona pública, desde sus espacios en la televisión y desde sus redes sociales -especialmente Instagram-, Ximena lidera una movida que impulsa la comida saludable usando el hashtag #caseroesmejor. Y ésta es apenas una de sus facetas como comunicadora.
Además de cocinera y sommelier, esta licenciada en comunicación ha publicado los libros “Recetas para contar” (Editorial Fin de Siglo) y “Comer y reír” (Penguin Random House) junto a su amiga Manuela Da Silveira, entre otras publicaciones que han acompañado ediciones, por ejemplo, del diario El Observador.
Durante cuatro años condujo “La Receta Perfecta” por Teledoce y hoy desarrolla un proyecto por TV Ciudad que se graba en el nuevo local de su marca, La Dulcería, en el Mercado Agrícola de Montevideo (maM). “La Vuelta al Plato” acaba de culminar su ciclo 2018 pero retoma pantalla en febrero para hacer su tercera temporada. “La cercanía con el público y la posibilidad de trasmitir una pasión es una forma de vida; hacer platos de otros países, cultivarme y cultivar mi paladar son cosas que son muy lindas de compartir. La comida es uno de los vectores más nobles para llegarle al corazón a una persona” decreta Torres, mientras relata las agradables sensaciones que le produce el ver por las redes como alguien adopta una receta suya o sus ya tradicionales lentejas de los lunes.
“Desarrollar proyectos nuevos me encanta, en La Dulcería todos los meses tenemos la torta del mes” y esa es su dinámica vida laboral. La Dulcería del maM abrió en mayo del 2018 y se sumó al local de Pocitos que le queda a pocas cuadras de su casa.
Las redes sociales son un espacio donde Ximena Torres es una inf luencer, palabra que define a alguien que crea opinión respecto a diversos tópicos por interactuar en ellas con toda clase de personas, y en su caso, son también un ingrediente del éxito empresarial: “las uso mucho para escuchar a la gente, ver qué opina, seguir tendencias e informarme” destaca.

 

Atesorar objetos
“Tengo animalitos, me encantan los animales. Me encanta el arte que involucra animales. Todos estos objetos tienen un significado. En Bélgica el gallo da muy buena suerte, el Torito de Pucará de Perú se usa para proteger el hogar. Tengo como pequeños rituales y pequeños altares”.
Así describe Ximena esos objetos que destacan de alguna forma en sus ambientes con un protagonismo atribuido a costumbres y culturas muy lejanas a la nuestra. Macetas con suculentas y flores frescas son parte de la vida de esta joven familia, haciendo un paralelismo con la comida fresca, comprando alimentos en la feria y cocinando recetas saludables.

Me gusta vivir para lograr la mejor
versión de mi misma.

La Virgen de Guadalupe ocupa un lugar privilegiado, ya que Ximena es devota de esta manifestación mariana. “Casualmente, mi hijo iba a nacer el 12 de diciembre que es el día de esta virgen y finalmente se adelantó para el 8 de diciembre que es también el Día de la Virgen”. Es católica por tradición familiar, dice que más que pedir cosas, agradece.
Se siente muy espiritual y conectada con el universo, con la luna, con las piedras y con la pachamama. Le gusta el ritual de la luna llena y define su espiritualidad como “sentida, no es una espiritualidad de libro”, agrega, e interrumpe para destacar que cree mucho en la energía de las personas y los lugares, “me guió mucho por la intuición, y por lo general, no falla, podés estudiar mucho pero hay cosas que no están en los libros, hay cosas que son de la vida y que van llegando con cierto grado de madurez”.
Según nos va contando y mostrando, es muy de seguir cábalas. “Me conecto con objetos y los siento; soy muy de la energía, y por supuesto, sigo muchas cábalas que tiene un origen culinario”. Dan cuenta de ello la composición sobre una bandeja (dorada obviamente) donde un gallo, un terrario y una lámpara de sal ocupan casi todo el antiguo baúl que oficia de mesita de apoyo contigua a la estufa a leña.
Entre los objetos que destacan en el living de su casa hay un mueble que fue diseñado por su padre y era de los que se usaban para guardar las viejas televisiones de tubo que ocupaban un gran espacio en los ambientes hasta hace apenas hace una o dos décadas atrás. “Durante años ese mueble fue imprescindible en casa de mis padres, hasta que un día me fui a vivir sola y me lo llevé para transformarlo en un bar”. A Ximena le encanta socializar, recibir invitados, ser anfitriona de fiestas y de cenas, y ese mueble, además de ser un objeto que atesora y la remite a su infancia, está repleto de beberajes y copas, siendo muy funcional para los momentos de reunión.

Los almohadones en terciopelo en color súper intenso, al igual que el respaldo hecho a medida, cuyas tachas antiguas reclutó personalmente de diferentes lugares de Montevideo, junto al diseño Cruces Aqua del empapelado (también de la Colección AS Creation) y las lámparas que reivindican líneas art decó sumadas al contraste del roble en las mesitas de luz (lámparas y mesitas de Martinika Deco), hacen que se enamore cada día de la composición lograda.
Adora los empapelados ya que considera es lo que da el carácter a un espacio y con poca cosa más queda pronto.
En su dormitorio, la cómoda de adolescente de su mamá, restaurada por su carpintero de confianza y adaptada a una decoración despojada pero de valiosas contribuciones, es otro de esos objetos de familia que son atesorados en esta casa. Además, suele rescatar objetos y conoce gente que los restaura para dar nueva vida a esta suerte de reliquias que la van encontrando.

Diseño para vivir
Los ambientes de su casa tienen muchos muebles de Martinika Deco, “como tienda de diseño moderno y actual, es mi preferida, porque tiene cosas que no pasan de moda”, dice Ximena señalando algunos rincones y destacando al mismo tiempo su perfil creativo al sentenciar que no se requiere tanto de dinero, sino de darse ideas. “A veces solo falta amar el lugar, cambiar ubicación de un cuadro, sacar una bandeja y poner una mesita, pintar, como pinté una lámpara que era plateada y hoy está dorada”.
En los últimos tiempos tuvo que reformular la decoración pensando en Juan Jacinto que ya cumplió su primer año de vida. Evitar cosas frágiles o potencialmente peligrosas al alcance del niño ha sido el principal objetivo de este rediseño.
Para comprar objetos de decoración, además de elegir Martinika, recorre ferias como Tristán Narvaja, remates, lugares vintage, Mercado Libre y mobiliario de autor ya que le otorga gran valor y espacio en su casa al diseño nacional. “Soy muy de buscar yo”. El todo listo no va con su personalidad. También le gusta el diseño en la ropa, pero dice no ser muy gastadora en eso. Hoy día se va más a lo clásico, las telas nobles, los linos, “y compro cuando viajo” cuenta la cocinera. En cuanto a marcas, nos menciona a So Vintage, una chica que encontró en Instagram y cuyos diseños le encantan. Define su estilo en el diseño interior y en su closet como “urbano/casero”, refiriéndose a su intervención en las cosas, que se da casi de una forma natural.
En cuanto al diseño de interiores, Ximena dice que la elección de elementos debe ser funcional. Le gusta vivir los lugares, traducirlos en momentos y para ello cada cosa debe conectar con una función particular, como un par de candelabros de vidrio bisel y armazón dorada y un cesto con mantitas en la terraza que hacen más acogedora la estadía en ese sector de la casa con una vista privilegiada que se pierde hacia un lado en el Río de la Plata y hacia el otro en el barrio de Pocitos.
A falta de parrillero, un kamado, horno milenario de origen japonés, hace las veces de barbacoa y centro de reunión en las interminables noches de verano.

 

 

En el dormitorio de Juan Jacinto a partir de la cómoda Lety (de Sámago) fue componiendo el resto del cuarto. No falta su toque dorado en la lámpara de pie y el puff que retapizó ella misma de su cuarto de niña con tela aqua clean para poder darle uso en este espacio.
Los almohadones de la cama son de Upa Quiero Chichoneras (una de las diseñadoras emprendedoras uruguayas que apoya desde sus redes) y el empapelado diseño Scandinave Geo Aqua (de Sophie), logran una mezcla sobria de tonalidades, la explosión de color la dan “Rómulo y Paco”, recuerdo de cuando el retorno de las Marionetas de Víctor compartía su programa, y el mismo se las regaló. Decidió mantener la biblioteca existente, en ella, recuerdos de niña, libros, autitos antiguos y obsequios de seguidoras cuando estaba embarazada, tal como el cuadrito sobre una suerte de alacena que ella diseñó para esconder las conexiones de datos y electricidad, y que además sirve de estantes y espacio de guardado.

 

Viajes que conectan
Suele ir a Nueva York una o dos veces al año a actualizarse y hacer pasantías con referentes de la gastronomía de la “Big Apple”. De hecho, fue esa ciudad uno de los principales lugares donde estudió y trabajó. Si bien con la maternidad, hace dos años que no visita NY, la considera su segundo lugar en el mundo. La empresaria no ha perdido la faceta de cocinera, y por eso, en estos viajes profesionales, su estrategia es ofrecer “horas de trabajo” a cambio de aprendizaje. Le gusta aprender con las manos en la masa, más que de la teoría. Y ese tipo de formación se refleja en sus locales, donde por ejemplo un día a la semana se abstrae del mundo y lo dedica a hacer ella misma los bombones, casi que no hay detalle que no sepa del verdadero chocolate, de su origen, sus propiedades y su evolución en la confitería moderna. “Es una forma de recordarme a mí misma que me hizo llegar hasta donde estoy ahora” explica. El último destino que visitó fue Grecia hace apenas unos meses atrás, y fue una gran experiencia que trajo nuevos objetos a su vida, además de ser el primer viaje largo en familia junto a su esposo y su hijo.
La torta piedra es la primera receta que hizo, cuando apenas tenía 9 años, y hoy, sigue siendo tan importante como en ese entonces al punto de ser la torta más vendida de La Dulcería. Siendo aún una niña, y gracias a la “torta piedra” comenzó a desarrollarse su perfil emprendedor. “Yo vivía en un edificio y recorría los doce pisos para dejar papelitos hechos en máquina de escribir ofreciendo esta torta”. Los ingredientes, las proporciones y la forma de realizarla siguen siendo exactamente los mismos que le trasmitió su mamá. En sus viajes descubre, pero al mismo tiempo vuelve a conectar con su esencia de cocinera, y con el arte, al punto que la motivación para innovar configura una de las principales características de su personalidad.

 

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