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Percepciones de impacto
ESTUDIO MOVI

Fotos  Sebastián BACCHETTA y Agencia QUASAR

Los arquitectos Paola Accinelli, Diana Aguiar, Pablo Bacchetta y José Flores componen el equipo de trabajo integral de Estudio MOVI. Egresados todos de la Facultad de Arquitectura (UdelaR) comenzaron a desarrollarse de forma independiente con programas residenciales, y cuando la ocasión lo requería se asociaban para proyectos concretos en el área comercial, específicamente para las firmas Pernod Ricard y L`Oreal. El transcurso del ejercicio profesional en este formato y lo positivo de los resultados obtenidos con el trabajo colaborativo, llevó a que su área de acción fuera virando cada vez más hacia el interiorismo corporativo: diseño de espacios que persigue el posicionamiento de marca de una empresa y los productos que comercializa. En 2008 oficializaron la sociedad, en momentos donde la creciente demanda por la presentación del objeto marcó renovados códigos en el marketing aplicado al diseño, y significó para estos inquietos y jóvenes arquitectos zambullirse definitivamente en un nicho que venían abordando con comodidad y arraigo a sus experiencias, en particular responder a las solicitudes para el diseño de exhibidores para cosmética e indumentaria, y para materializar el concepto de barstyiling solicitado por representantes de exclusivas marcas de bebidas.
Aprovechando las cualidades de cada uno conformaron una sinergia todo terreno en la que se complementan, hasta hoy día, en las distintas formas de trabajo. El interiorismo comercial cuenta con la desventaja de que los horarios nocturnos son los habilitados para realizar trabajos de obra, no obstante, poderlos planificar en equipo les posibilita cumplir las etapas con una dinámica perfecta, cubrir exigentes plazos de ejecución, coordinar procesos previos de taller y resolver imprevistos de manera ágil para llegar en tiempo y forma a las fechas estipuladas de apertura, tarea nada fácil cuando son varios los subcontratos involucrados (carpintería, herrería, iluminación, revestimientos, señalética, entre otros tantos).
Alianzas estratégicas con colegas y proveedores les permite tomar proyecto y construcción de principio a fin. En tal sentido, arquitectura e interiorismo se funden bajo la órbita de Estudio Movi. El consenso de sus cuatro socios ante cada nuevo proyecto encuentra lugar tanto en lo conceptual, en lo programático como en lo estético. “Las dos áreas las abordamos por igual, la forma de pensar y llegar al proyecto para nosotros es el mismo trabajo. Atendemos a las demandas y necesidades del cliente y el proyecto de la misma manera. Nos convence lo producido, por lo que inmediatamente empezamos con la creación de muchos gráficos (croquis), algunas veces maquetas de estudio, y evaluamos cada una de ellas para descartar o seleccionar la que mejor respuesta da frente al encargo realizado”, comenta Paola Accinelli.

“Nuestra arquitectura muestra obras bastante eclécticas de todo punto de vista. Intentamos darle la oportunidad a las sensaciones del usuario, más que reparar conscientemente en la reiteración de los recursos materiales utilizados. La línea propia de diseño es la resultante de la elaboración.”

Así es que en el trayecto de estos 10 años comenzaron a llegar los premios y reconocimientos, instancias que como suele suceder, marcan puntos de inf lexión en la proyección de un estudio de diseño, pues indefectiblemente incita a seguir evolucionando. El más significativo en cuanto a su alcance y popularidad fue el premio obtenido en el ámbito público por el Antel Arena, realización que aún lleva adelante parte del estudio José Flores y Pablo Bacchetta, asociados al arquitecto Rodrigo Carámbula. Fue un llamado a concurso internacional a dos rondas: una primera etapa de ideas con más de 70 proyectos presentados, de donde surgieron 5 finalistas, y una segunda instancia de mayor desarrollo de cada proyecto con asesores en todas las ingenierías, en la que su proyecto resultó ganador. La consigna implicaba: la construcción del estadio, la organización del predio de más de 90.000 m2., la relocalización de actividades existentes y el acondicionamiento de áreas adyacentes al Arena. “El edificio, que propusimos con una fuerte implantación urbana, busca responder a las avenidas José P. Varela y Centenario colocándose en la bisectriz de estas, precedido de una plaza triangular que le da escala y acceso. Se alza como un prisma sencillo que alberga en su interior el estadio multipropósito, y genera en el acceso un anfiteatro exterior conectado con la plaza. Obtener el primer premio dio confianza en el trabajo que el estudio venía haciendo y nos comprometió al doble alcance profesional, el del trabajo diario y la participación en concursos como una oportunidad laboral más”, relata José Flores, con la justa propiedad de un mérito compartido.

A continuación un recorrido por dos de sus más destacados proyectos en el área comercial, el pabellón de USG y la confitería Pellegrin, por los cuales obtuvieron los premios a la Excelencia en Obra Realizada que otorgó ADDIP en categorías Diseño Efímero en 2015 y Espacio Comercial en 2017 respectivamente. Ambos contaron también con la autoría de Martín Larroza como arquitecto asociado.

De esencia efímera

En el pabellón para USG, filial uruguaya de la empresa con sede en Chicago líder en la fabricación de productos y sistemas innovadores para la construcción en seco, que fuera concebido y construido para la Feria de la Construcción (edición 2015) en la Rural del Prado, se reconoce la esencia efímera del programa. “Utilizamos ambiciosamente la materialidad representativa del sistema, dejando en segundo plano las literalidades del mismo”, detalla Pablo Bacchetta. En tan solo 36 m2 esta decisión respondió a la necesidad de implementar un entorno abstracto que diera marco al contexto atiborrado de imágenes y mensajes habituales. “El desafío fue aportar algo más que sólo información técnica, conseguir impactos emocionales en los visitantes, despertarles curiosidad y principalmente ganas de acceder”, agrega.

En tal sentido, para que el objeto pudiera ser percibido desde cualquier parte del recinto expositor se optó por utilizar toda la altura permitida, decisión que derivó en el dimensionado de todas sus caras, cuya estructura recompone un cubo, y el propio montaje fue delineando el impacto buscado. “Desde el exterior se buscó una vibración dramática, que generara distintos efectos visuales con ref lejos, destellos y fugas. El interior es velado, difuso y sereno. Este es un espacio claro y limpio donde de manera museística se exponen los prototipos y se pueden evacuar las dudas específicas. Al mismo tiempo el cielorraso da otra oportunidad a las sensaciones, generando una fuga cenital retomando la idea dramática del exterior. Considerando que el mayor flujo de espectadores se daba después del atardecer, se incorporaron recursos lumínicos que retro iluminas el espacio interior ampliando su condición contemplativa”, agrega Bacchetta.

¿Qué aspectos de sus obras les hacen reflexionar sobre un sostenido crecimiento?

El crecimiento lo percibimos en la conformidad del cliente y el reconocimiento de nuestros colegas. En el pabellón de USG y la Confitería Pellegrin sentimos esto, trabajamos en buena sintonía con los clientes. Tenían claro lo que querían y logramos plasmar su impronta en relación a los objetivos trazados. Creemos que los premios recibidos hablan del resultado de un proceso integral.

A diferencia del diseño residencial ¿qué se intenta transmitir cuando el interiorismo debe responder a una firma con imagen propia?

Se intenta traducir al lenguaje arquitectónico y a la conformación de un espacio los lineamientos de la firma, conceptos abstractos tales como la relación firma-cliente, su historia y prestigio y el branding de la marca.

¿Qué información importa rescatar de un cliente-empresa a la hora de comenzar un encargo?

Que tenga claro lo que necesita en cuanto a espacios, posicionamiento de la marca y los tiempos pertinentes para el desarrollo de un proyecto acabado, así como también definir el monto de la inversión, para llegar a un proyecto ajustado al presupuesto.

¿Qué sensación intentaron transmitir con el recurso de la repetición y la secuencia en base a los perfiles de aluminio que protagonizan  el pabellón de USG y la Confitería Pellegrin?

A decir verdad, la repetición en las dos obras es casualidad. En el pabellón de USG respondió a una demanda del cliente, tras varias ideas e instancias de intercambio para definir la imagen de su stand a cielo abierto. Nos decidimos por esa propuesta ya que exacerbaba la perfilería galvanizada, que es el producto principal que comercializa la empresa. Esto también nos permitió la realización de una pieza a escala abstracta que garantizaba su imagen icónica en un entorno congestionado de logos, imágenes y símbolos, como habitualmente sucede en las ferias. En Pellegrin la búsqueda partió por generar un gran cartel. La repetición de los tubulares de aluminio blanco sobre el fondo negro con el que pintamos la casa, desvanecen el carácter doméstico de la misma, y al desdoblarse la fachada en cielorraso genera una perspectiva que invita a entrar. En ambas se lee un tejido formado por la repetición de partes simples que devienen en un todo complejo.

¿Cómo incide el contraste de escala en el proceso de diseño de un tótem, una isla o un pabellón?

Si bien hay ciertas diferencias y complejidades en la realización de cada uno, a la hora de pensarlos el proceso es similar. De un tótem puede salir la idea para un edificio y viceversa, de una isla puede dispararse la conceptualización de todo una fachada.

¿Cómo detectan con ensayo y error el comportamiento de las nuevas materialidades, cómo abordan estos pasos propios del proyecto?

Intentamos estar al día con realizaciones en otras partes del mundo, ya sea mediante publicaciones gráficas o mediáticas, estudiando no solo la imagen, sino el detalle gráfico que permite su ejecución. Hacemos mucho hincapié en el trabajo en conjunto con los subcontratos, buscando mejores soluciones para llevar a cabo una idea.

Cuando se trata de locales con licencias y directivas de diseño estipuladas internacionalmente ¿aumenta el desafío o perece lo mecánico?

Nos enfrentamos reiteradas veces con guidelines de las firmas para las cuales trabajamos, no lo tomamos como algo restrictivo, todo lo contrario, partiendo de esas bases hacemos un profundo análisis, a los efectos de detectar posibilidades de transgresión o incorporar elementos para adaptarlo al medio local.

La SECUENCIA como recurso sugerente

El proyecto para Pellegrin Boutique Gorumet consiste en la transformación de una casa de 1965 ubicada en Rivera 6634, en una confitería boutique. Inmersa en medio del distrito comercial de Carrasco, por su condición de barrio jardín y el fuerte contra frente paisajístico de la esquina al norte de Rivera y Arocena (espacio público en proceso de reforestación y acondicionamiento lúminico) se dio especial atención al espacio exterior al frente de la antigua casa, integrándolo al interior, no solo desde el área de degustación sino también desde el sector de tienda, resolviendo con el diseño de la interfaz interior-jardín, la expansión requerida para el uso en la temporada estival.

La fachada de Pellegrin aportó un nuevo foco de atracción al tradicional perfil y escala de la calle Rivera, en línea con otros ejemplos sumados anteriormente en pocas cuadras a la redonda en el rubro gastronómico. Esta en particular, habla de una intención expresa de trascender, de una secuencia de gestos materiales que juegan con la transparencia y la sugerencia de lo que sucede al interior. “La casa existente se desdibujó, se convirtió en fondo velado por la trama de lamas de aluminio blanco. La fachada se concibió como un gran cartel llamativo pero discreto a la vez, que aprovecha la situación urbana del predio, la gran circulación de vehículos por Rivera y la amplitud del parque que enfrenta. El acceso es un cubo que contiene el logo, ahí se genera el acento y es donde la fachada se convierte en cielorraso interior para conducir con la perspectiva al visitante hacia la exhibición de los productos”, agrega Diana Aguiar.

En el interior, el cielorraso define la nave central (blanca) con la misma paleta de color que el piso, y otras dos naves laterales (negras), una delimita la tienda y la otra el sector de degustación. La carpintería de madera, el equipamiento y los productos son resaltados por el contraste con el fondo negro que desdibuja las aristas del espacio único, incluidos en un total 200 metros cuadrados interiores reformados, incluyendo áreas de elaboración y depósito.

Diseño en modo branding

Ya desde sus comienzos, el estudio desarrolló su batería de herramientas de diseño enfocado al visual merchandising, basado en el concepto de lo efímero vs. lo perdurable. Materializado en decenas de stands para eventos y exposiciones, e islas en los pasillos centrales de los diferentes shoppings montevideanos, es el recurso por el cual las empresas que requirieron su asesoramiento lograron llevar a cabo el branding de sus marcas. Para el equipo de diseño el desafío en estos espacios es similar a los escenarios planteados en las ferias, analizando previamente en todos los casos: “cómo crear un artefacto atractivo en un contexto 100% comercial, y a la vez, contemplar las reglas impuestas por la normativa de cada shopping, tales como altura, tamaño máximo de cenefas, ancho máximo de apoyos, etc.”, especifica Paola Accinelli. La consigna se reduce siempre a la optimización del espacio, lograr en un área y altura reducidas el máximo de exposición de productos, sin olvidar espacio para stock de los mismos. Tanto en el caso de la isla que exhibe lentes con un tratamiento especial en la iluminación, como la de una empresa de teleshopping donde un videowall exhibe las ofertas promocionales, como en los destinados a presentar bebidas alcohólicas apoyados en equipamientos neutros e imagen de marca, se logra expresar con claridad el mensaje con que el producto desea llegar al consumidor.

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