LEENOS
ONLINE

Solidez HEREDADA (parte 1)

Fotos Nacho CORREA BELINO /

La arquitectura residencial uruguaya sentó sus bases entrado el siglo XIX cuando las estéticas modernas europeas se pronunciaban a los cuatro vientos. La Casa Cravotto es uno de esos ejemplos que casi a 100 años de su construcción le devuelve a la sociedad
en su conjunto, a la comunidad de la arquitectura, y en particular al sueño de aventureros estudiantes, un respetable baluarte edilicio, uno de los más importantes ejemplos de la arquitectura renovadora uruguaya de la década del 30.

 Foto Archivo IHA, FADU-UdelaR
Foto Archivo IHA, FADU-UdelaR

Hace más de 70 años que el Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU-UdelaR), experiencia uruguaya que es única en universidades del mundo entero, permite a estudiantes de arquitectura próximos a recibirse realizar la “vuelta al mundo”. Funciona como una organización gestionada por
los propios estudiantes, los circuitos son supervisados por al ámbito académico, cuenta con el aval de las máximas autoridades de dicha facultad, además del apoyo sostenido de personal administrativo idóneo en la gerencia financiera del viaje, que de generación en generación, asesoran con impecable sistematización a diferentes comisiones que
cada año se suceden, quienes heredan formatos de trabajo exitoso de sus antecesores y dejan todo en la planificación de un gran sueño: apreciar con todos los sentidos las centenares y emblemáticas obras realizadas en materia de arquitectura y urbanismo, desde los comienzos de la historia.

Podríamos dedicar todo este artículo a contar incluso los inicios de esta magnífica experiencia sobre finales de la década del 40, cuando la travesía a Europa era en barco, y no era en Icloud exactamente que se respaldaba todo lo que el ojo necesitaba dejar registrado a través del lente de cada estudiante, para retornar con la emoción vivida en cada espacio recorrido. El objetivo de este artículo es destacar que la Casa Cravotto será la flamante sede del Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa y oficiará también como Casa Museo.

El Arq. Marcelo Danza, actual decano de la FADU, a quien entrevistamos como representante de la facultad en esta relevante adjudicación, cuenta que fue la iniciativa de un grupo de estudiantes de la generación 2012 que planteó al equipo que estaba trabajando en la casa la idea de que fuera la sede de Arquiectura Rifa. En base a esta idea, fue del Arq. Andrés Massini -profesor e investigador del Instituto de Historia de la Arquitectura (IHA) de dicha facultad y parte activa del grupo de trabajo en la casa- de quien recibió formalmente la propuesta de que FADU adquiriera este vestigio arquitectónico con ese fin, y fue esto para Danza uno de los primeros temas que abordó al llegar al decanato.  “Cravotto fue un asiduo viajante, tenaz descubridor y soñador sin límites de la internalización de la arquitectura europea en nuestro país, por lo cual, es de gran significancia que sea la que fuera su casa la sede operativa y administrativa de Arquitectura Rifa, que últimamente ubica sus oficinas en un espacio dentro de la propia facultad cedido al Centro de Estudiantes de de Diseño y Arquitectura (CEDA). Pero también, lo sustancial es que pudiera transformarse en Casa Museo, para recoger y colaborar con la preservación de la obra del Arq. Antonio Cravotto, arquitecto y propietario de dicha propiedad, en la cual vivió con su familia e instaló también su estudio”, señala Danza.

“Que el grupo de viaje tuviera su sede a cuadra y media de la facultad, que se involucrara con el mantenimiento de la casa y compartiera la gestión con el funcionamiento de Casa Museo Cravotto, en dupla con la Casa Vilamajó, me pareció absolutamente increíble poder lograrlo para la cultura arquitectónica uruguaya, una frente a otra, ya que estas dos casas museo pondrían a Montevideo dentro de las ciudades del mundo poseedoras de estas joyas identificatorias de la arquitectura local. Así como no podemos dejar de visitar la Casa Batlló o la Casa Milá de Antonio Gaudí en Barcelona, ejemplo de arquitectos que en cierta
forma son ciudad, tampoco otras que no pertenecieron a arquitectos pero si han sido testigos de historias singulares como la de Ana Frank en Amsterdam o la de Sigmund Freud en Viena”, agrega.

En este marco y finalizando un proceso que data del 2009, la Universidad de la República (UdelaR) es la entidad que adquiere esta propiedad en junio de 2020 a través de una donación realizada por el Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa, en acuerdo con el Consejo de la Facultad de Arquitectura y la Fundación Cravotto, que hasta ahora tuvo a cargo el acervo del arquitecto y el mantenimiento de la casa. Mediante un reglamento interno de co-uso, dio comienzo una serie de planes para la adecuación edilicia (reparación, mantenimiento y reformas varias), actualmente a espera de que se alejen estos tiempos de pandemia, retomar la normalidad de la rifa para generar recursos y emprender las obras. “La Casa Cravotto necesita una fuerte intervención edilicia”, puntualiza Danza, optimista por lo que vendrá.

Por su parte, la Fundación Cravotto describe esto como “un hecho trascendente” y resalta en su sitio oficial que “potenciará la cultura y el patrimonio en triangulación con el Museo Vilamajó y fomentará la difusión del acervo generado por los arquitectos Cravotto en más de 80 años de intensa actividad profesional y docente”. Por eso, para los integrantes de la fundación la compra de esta casa-estudio por parte de la UdelaR fue visto como “un paso significativo, en la dinámica de un proyecto creciente”.

Baluarte para generaciones venideras

La Fundación Cravotto (autónoma e independiente) custodió con gran cuidado y atención los bienes materiales e inmateriales de la casa, que hoy continúan siendo de su propiedad, pero gestionados bajo la órbita de UdelaR, representada por FADU. La fundación, al momento del acuerdo, poseía lineamientos expresos sobre la voluntad del Arq.
Antonio Cravotto (hijo de Mauricio Cravotto) para que esta casa luego de su fallecimiento perteneciera al ámbito de la facultad, por lo cual esta gestión era cuestión de tiempos y acuerdos, ya que esta cesión histórica estaba predestinada a suceder. Para Danza esta formalización “es un logro bien equilibrado para todos los actores involucrados que siempre supimos de la singularidad y potencial que teníamos entre manos, en medio de una larga gestión y absolutamente atípica”.

Danza comenta que la fundación estableció con gran tenacidad el compromiso de que con el paso de tiempo esta casa no fuera a ser usada con otro fin que no fuera el de Casa Museo y sede de la sucesión del legado Cravotto. También la fundación, que continuará con un involucramiento activo y directo en la preservación del bien, estipuló que en el último piso de la casa seguirá viviendo la esposa y viuda del fallecido arquitecto Antonio Cravotto. El decano destaca la importancia que sea a través de la gestión de FADU que se materialice uno de los objetivos centrales como institución educativa: “que sea material
de investigación es lo más atractivo para generar a futuro difusiones, publicaciones, exposiciones, y que la propia casa en sí sea objeto de exposición abierta a todo público”, apunta.

Estudiar a través de los objetos recorribles y
trasladarse en el tiempo sintiendo sus espacios,
entendiéndolos en el lugar y en el contexto, es
un modo de aprender arquitectura, tanto o más
potente que una fotografía o un libro.

Marcelo DANZA

 

Una dupla con curiosa cercanía

“La existencia de la Casa Vilamajó, ubicada al frente cruzando Bulevar Artigas, y definida como objeto de estudio de arquitectura, fue un antecedente fundamental y mayor estímulo en la adquisición de la Casa Cravotto, para ser gestionada con la misma relevancia. Dos anclas en un punto neurálgico de la ciudad. Dos piezas claves dentro de la construcción de la historia de la arquitectura local, en la cual es posible apoyar ‘otro
relato’ de la Montevideo de mediados de siglo XX. Es una dupla con curiosa cercanía que le da un potencial enorme a la zona desde el punto de vista incluso del futuro manejo turístico-promocional de la ciudad, a corto, mediano y a largo plazo”, señala Danza.

El rosa fue un color muy utilizado en la paleta de los placares laqueados de los dormitorios, tono que también se encuentra en el hall de entrada (también llamado vestíbulo en la época original de la casa). Una vitrina en el sector de la escalera, que separa el estudio de la zona del estar, oficia de elemento empotrado pero translúcido, para separar el acceso principal del sector social de la vivienda.
El rosa fue un color muy utilizado en la paleta de los placares laqueados de los dormitorios, tono que también se encuentra en el hall de entrada (también llamado vestíbulo en la época original de la casa). Una vitrina en el sector de la escalera, que separa el estudio de la zona del estar, oficia de elemento empotrado pero translúcido, para separar el acceso principal del sector social de la vivienda.

 

Con lo antedicho el arquitecto enfatiza, y en paralelo construye en la charla mantenida, el imaginario de un visitante del Montevideo turístico que pueda tener a disposición un circuito arraigado a estas dos casas, con la posibilidad de una visita conjunta y una explicación audiovisual que refleje la importancia del Movimiento Moderno en el desarrollo de la ciudad entre los años 20 y 50, décadas sumamente fructíferas en la concepción y el hacer arquitectónico. Dos figuras que embanderan la indiscutida
solvencia ideológica y profesional de la época, Julio Vilamajó (1894-1948) y Antonio Cravotto (1893-1962) trascendieron su tiempo. Considera vital que cualquier habitante (y visitante) de la capital montevideana conozca el rol que estos arquitectos jugaron urbanísticamente y en la construcción cultural de la ciudad durante la primera mitad del siglo XX, y no menor, cómo desde sus ámbitos docentes estas dos grandes escuelas dentro de la facultad dejaron huellas imborrables a varias generaciones de arquitectos. “Son dos casas inspiradoras como casos de estudio, ahora inmersas en una apuesta muy importante de la facultad: que la arquitectura no quede confinada en Bvar. Artigas y Bvar. España (sede de FADU), sino que se irradie lo más posible a la cultura uruguaya y
regional en el más amplio sentido de la palabra”, relata sobreponiendo su experiente perfil académico y agrega desde el punto de vista pedagógico “la gestión conjunta de estas dos casas es volver a mirar ese momento de la modernidad anclada en Vilamajó y en Cravotto”.

 

El Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa, va más allá de una recorrida por el mundo, sino que se posiciona, según Danza, como un “gran agente cultural que forma arquitectos a través de la vivencia espacial de las arquitecturas en su tiempo y contexto, donde las obras que marcaron la historia de nuestra disciplina tienen un lugar protagónico en esta épica peregrinación. Nada nos permite entender mejor la arquitectura que recorrerla. No hay libro, página web, red social o papel que pueda superar la experiencia de inmersión en un edificio. Esa es la experiencia más radical de aprendizaje y comprensión del fenómeno arquitectónico. No hay descripción que pueda alcanzar la vivencia sensorial del espacio”. Esta nueva realidad, de funcionar oficialmente en una casa de estas características, lo consolida como un gran operador/productor cultural en el plano local, que se suma
a los concursos, seminarios y publicaciones que esta representación uruguaya en el mundo distribuye en diversas bibliotecas, estudios y lugares con interés en que la producción arquitectónica de Uruguay se conozca. “El grupo adquiere una nueva dimensión al poder viabilizar su compromiso con la cultura arquitectónica local”, afirma.

Desde la reconversión museística que se llevará adelante en la casa-estudio existen aspectos del funcionamiento que se recategorizarán para recibir un investigador, un estudiante o un turista. Se mantendrá el acceso por la calle Sarmiento y el hall con la escalera existente continuará siendo el conector y distribuidor de las futuras realidades de la casa: en planta baja y primer piso funcionará la Casa Museo, segundo y tercer piso el uso cotidiano del Grupo de Viaje, y el ático se mantiene privado.

Si bien la pandemia no detuvo el proceso de compra de la casa, actualmente solo se están llevando a cabo obras básicas de mantenimiento, ya que el Grupo de Viaje quedó totalmente inactivo durante 2020 y lo que va de 2021 al no lograr con la venta de rifas el ahorro suficiente para llevar adelante el plan de restauración edilicia global por etapas (fachadas, interiores, mobiliario, y demás aspectos que son necesarios intervenir).
Mientras, se están realizando los trabajos más urgentes de instalación eléctrica e impermeabilizaciones para salvaguardar la seguridad de la innumerable cantidad de elementos que allí se encuentran.

 

Un legado trascendente

Mauricio Cravoto fue reconocido por sus contemporáneos, tanto a nivel nacional como internacional. Entre sus obras se destacan el Pabellón Uruguayo para la Exposición
Internacional de Sevilla (1929), el Montevideo Rowing Club (1923), el Edificio Frugoni (1927), el Hotel Rambla (1931), el Anteproyecto del Plan Regulador para Montevideo de 1930 (elaborado al frente de un equipo de técnicos uruguayos), y el Centro Cívico del Palacio
Municipal de 1936 (concursando en dos oportunidades: 1924 y 1936) cuya construcción acompañó como Director de Obra hasta su muerte.  También fue una pieza clave en el Plan Regulador y de Extensión de la ciudad de Mendoza (República Argentina) que en base a un concurso de méritos realizó entre 1941 y 1942, con la colaboración del arquitecto uruguayo J. A. Scasso y los arquitectos argentinos F. H. Bereterbide y A. B. Blanco.

Su heredero, Antonio Cravotto (1925-2000), se recibió de arquitecto a los 24 años y también fue reconocido tanto en Uruguay como en el exterior. Entre otras acciones, fue presidente de la Academia Nacional de Letras y consultor de la UNESCO, en cuyo organismo internacional abordó la temática del acceso a la vida cultural por igual a todas las personas. Esta labor en particular fue recogida en el artículo ‘Un mundo sin barreras. Aspiración utópica en el “Decálogo heterodoxo” del Prof. Arq. Antonio Cravotto’ por Alda C. Gradin (escribana, profesora e integrante de la Comisión de Accesibilidad de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay), publicado en la edición del Boletín SAU de diciembre 2020, en relación al vínculo del “Decálogo heterodoxo” formulado en el año 1990 por el Prof. Arq. Antonio Cravotto con los derechos humanos, las acciones normativas y la accesibilidad universal al patrimonio cultural. En el mismo se cita el enunciado de la norma UNIT 1300:2020 “Accesibilidad a áreas y edificaciones del Patrimonio Cultural”, que referencia e ilustra en su conclusión la transcripción textual del “Decálogo heterodoxo” del Prof. Arq. Antonio Cravotto, emitido en el marco del 2° Seminario Iberoamericano de Accesibilidad al Medio Físico (Montevideo, 18-23/11/1990) cuando este tema ocupaba gran parte de su investigación bajo el antecedente del
“Programa de Acción Mundial para las Personas con Discapacidad” (aprobado por Naciones Unidas en 1982), en el cual comenzaban a enunciarse objetivos como “igualdad” y “plena participación” de las personas con discapacidad.

“Son dos generaciones totalmente apasionadas por la cultura, la arquitectura y por la música”, recalca Marcelo Danza refiriéndose a los Cravotto (padre e hijo), impresionado por la precisión y dedicación de los diversos espacios de guardado que contiene la casa, y el material que conforma la hemeroteca existente, con colecciones de revistas de arquitectura de diferentes procedencias, libros, fotos y valiosos documentos. Esto sin lugar a dudas, referencia la avidez de Cravotto por el concepto mismo de la arquitectura más allá de la materialización.

Palacio Municipal (Foto SMA, FADU-UdelaR)
Palacio Municipal (Foto SMA, FADU-UdelaR)

Inventario: preservación y accesibilidad

Asegurar la preservación de este bien en todos sus aspectos, contribuye al mantenimiento de un ejemplo testimonial de carácter arquitectónicocultural, como también a garantizar la permanencia de obras relevantes para el conocimiento de la comunidad presente y futuras. Para que esto adquiriera contundencia, el inventariado ha sido una tarea crucial, abarca tanto piezas de mobiliario y objetos del sector residencial de la casa donde
vivió el Arq. Mauricio Cravotto con su familia, como también cientos de documentos ubicados en el estudio y otras partes de la casa.

En tal sentido consultamos a la Arq. Laura Cesio, responsable del equipo integrado también por las arquitectas Soledad Cebey, Tatiana Rimbaud y Florencia Steccia y las archivólogas Andrea Armani y Eliana Torterolo, que desde 2019 desarrolla un proyecto (financiado por Iberarchivos en una convocatoria de ayuda a proyectos archivísticos de Iberoamérica) cuyo objetivo es promover la investigación sobre los arquitectos Cravotto, sus aportes a la historia de la arquitectura nacional e internacional, a través de la preservación y accesibilidad al archivo, manteniendo su condición original.

Este proyecto (actualmente en curso) se asienta en bases sólidas a partir de la visita y el asesoramiento de la Lic. Alicia Casas de Barrán, que en 2017 junto a un equipo de archivólogos y docentes del Instituto de Historia de la Arquitectura conformado por Cebey y Torterolo, comenzó con la tarea de ingresar la documentación en una base de datos, facilitando el acceso a la información. Este hecho tuvo a su vez un origen signado por “la necesidad de conservar y organizar el archivo, surgida en un acuerdo de
cooperación entre la Fundación Cravotto y la FADU iniciado en 2014 por un equipo de dicho instituto, coordinado por Andrés Mazzini e integrado en distintas etapas por los profesores Carlos Baldoira, Martín Fernández, Mary Méndez, Tatiana Rimbaud y Juan Salmentón”, detalla Cesio. “El estudio de arquitectura se conservó con los objetos y documentos tal cual estaban en vida de ambos arquitectos. Sobre las mesas había capas
de documentos, de padre e hijo, uno sobre otro. El celo de ambos, y de su familia, por conservar todo en el lugar en que lo habían dejado, se evidenció también en algunas notas encontradas de la señora de Antonio indicando al personal de limpieza que no se tocara nada. En lo personal ha sido una oportunidad única trabajar con un archivo de características inéditas en el mundo”, agrega.

El diseño de la estructura del techo del estudio a partir de casetonados de hormigón es un recurso estructural que permite la eliminación de vigas a la vista y generar espacios muy grandes, sin apoyos intermedios y en sintonía con una concepción espacial de amplitud y fluidez. Todas las mesas y banquetas de trabajo son de madera maciza. Contra las paredes se aprecian las estanterías y bibliotecas con planeras incorporadas, además de cajas con carpetas ordenadamente ubicadas, variado instrumental de dibujo (de trabajo manual y el propio de las antiguas mesas de dibujo) y artefactos de iluminación de altura regulable
con pantallas verdes. El inventario detalla la existencia de 4.200 planos.
En el caso del Museo Casa Vilamajó, el Dr. Arq. Aníbal Parodi, destacado investigador y apasionado por el mobiliario y la interioridad de los espacios, realizó un exhaustivo trabajo de investigación y plantillado de las piezas de mobiliario de esa casa, trabajo que fue fundamental para la catalogación del archivo y los diferentes elementos, como parte de un grupo que funcionó con fondos de la comunidad europea a partir de la
presentación de un proyecto de catalogación de material. Es de esperar, que en el caso de Casa Cravotto, también se cuente con un apoyo similar para continuar con el compendio detallado que se viene haciendo hace  tiempo, también interdisciplinariamente, y lograr finalizarlo a la altura del prestigioso trabajo de Parodi para la Casa Vilamajó. En particular, la base de datos ya está disponible, accesible para cualquier persona (en cravotto.fadu.edu.uy), como uno de los productos del proyecto Iberarchivos, esperando sea el disparador de futuras tesis doctorales y trabajos de maestría, que colaboren a profundizar en materia de investigación los tesoros ocultos del arquitecto que, ni más ni menos, dejó entre su legado el edificio municipal a todos los montevideanos.

“El incentivo por lo desconocido de la sociedad uruguaya está presente”, reflexiona Danza en relación a la muy buena experiencia que sentó la Casa Vilamajó en la respuesta del público a las estrategias de comunicación realizadas, eso garantiza la gran afluencia en las jornadas dedicadas al patrimonio (cada mes de octubre), las noches dedicadas a la recorridas de museos, turistas, visitas de escuelas y una concurrencia en general creciente por conocer tan particular edificación. Aunque falta un buen tiempo para que Casa Museo Cravotto esté en condiciones de abrirse oficialmente al público, es de esperar que lo mismo suceda, a la vez de vislumbrar desde ya el beneficio de la sinergia entre ambas.

Casi en estado intacto, se conserva la maqueta del concurso del Palacio Municipal de Montevideo “se presume es la maqueta de estudio o una de las últimas con los ajustes del proyecto”, especifica Laura Cesio. Sin dudas, una pieza única del proceso proyectual de un edificio ícono de la ciudad, digna de ser preservada en el tiempo, como también las 1.200 fotografías, planos y láminas relacionadas al proceso de construcción del mismo.
Casi en estado intacto, se conserva la maqueta del concurso del Palacio Municipal de Montevideo “se presume es la maqueta de estudio o una de las últimas con los ajustes del proyecto”, especifica Laura Cesio. Sin dudas, una pieza única del proceso proyectual de un edificio ícono de la ciudad, digna de ser preservada en el tiempo, como también las 1.200 fotografías, planos y láminas relacionadas al proceso de construcción del mismo.
Este artículo continúa en Solidez HEREDADA (parte 2)

Podes leer...